La graduación de Mauricio Culebro
Hubo un duelo muy particular en la final del futbol mexicano que le ganó el América al Cruz Azul la noche del domingo pasado. Fue el que sostuvieron, al menos, un par de directivos.
Por un lado el presidente del América, Mauricio Culebro. Por el otro, el presidente deportivo del Cruz Azul, Ricardo Peláez.
Podría sumar también, al lado de Mauricio a Santiago Baños, el responsable del proyecto deportivo de las Águilas.
En el caso de Culebro y Peláez coincidieron en una misma época en el América. Y de ahí que la rivalidad todavía fuera más especial.
Esta idea de que Peláez fue el artífice de los últimos campeonatos del América, estoy seguro, no agrada nada en Coapa. Y no hay mejor manera de fulminar esa versión que ganándole los retos que los emparejan. Y nada mejor que dejarlo sin el título y de la manera tan sencilla en la que lo hicieron las Águilas, supongo que todavía más.
¿Pero quién es Mauricio Culebro? Es un hombre joven que cultiva el bajo perfil pero con un trabajo efectivo y consistente. Creo que todo mundo lo ubicamos siempre bajo la tutela de Yon de Luisa en Televisa y en el América. Pero la llegada de Yon a la presidencia de la Federación Mexicana de Futbol, y el claro alejamiento del equipo del que también fue presidente, permite distinguir con mucho mejor claridad la labor de Culebro.
Mauricio es un directivo absolutamente dedicado a su labor. Cuidadoso de detalles, atento a todo lo que se publica y dice en los medios y redes sociales sobre su equipo. No deja pasar una y se las ingenia para, manteniéndose siempre fuera de reflectores, defender sus puntos.
Pero lo más importante: sabe de futbol… Lo he visto en acción, viendo partidos, analizando esquemas, definiendo el perfil de los jugadores, propios y extraños. Siempre muy de la mano de Santiago Baños.
Por algo el América es campeón de Liga y campeón de Liga femenil y con reconocimiento también en fuerzas básicas.
Mauricio es un directivo dedicado a su labor. No deja pasar una y defiende sus puntos