Recortar es un humanismo
De acuerdo con el PPEF de 2019 presentado por el gobierno federal, la UNAM recibirá mil 23 millones de pesos menos que en 2018; si Pitágoras no miente a esto se le llama reducción en el presupuesto universitario
Durante su conferencia matutina, el presidente Lió pez sostuvo enfáticamente que en el Presupuesto 2019 no se recortó ni un peso a la UNAM, al IPN y a la UAM. Gil lo leyó en su periódico MILENIO en línea: “¡Es que no es cierto que se reduzca el presupuesto, no! Solo en becas son 10 mil millones de pesos adicionales para estudiantes de nivel superior. Hagan la cuenta,son 300 mil jóvenes de familias de es casos recursos que van a recibir 2 mil 400 pesos mensual es. Eso no existía ”. Según el Presidente, el Presupuesto no contiene un hachazo ala educación pública superior.
Gil buscó y rebuscó en sus periódicos y encontró esto. De acuerdo con el Presupuesto de 2019 presentado por el gobierno federal, la UNAM recibirá mil 23 millones de pesos menos que en 2018 para atender a una matrícula de 350 mil estudiantes; el IPN recibirá 167 millones menos para atender una matrícula de 173 mil jóvenes; la UAM recibirá 289 millones menos para atender una matrícula de 100 mil estudiantes. Si Pitágoras no miente a esto se le llama reducción en el presupuesto universitario.
Gilga se llevó los dedos índice y pulgar al nacimiento de la nariz y meditó: aquí hay problemas de comunicación y entendimiento. El Presidente Lió pez considera que no se ha reducido el presupuesto a las universidades porque uno de sus programas prioritarios contiene 10 mil millones de pesos en becas para jóvenes. Bien, veamos, tranquilos, que nadie se jale los pelos ni grite de desesperación: el programa de apoyo a los jóvenes existe y la reducción también existe.
Experimento
Gamés se disfraza de economista, de esos clásicos, digamos un Adam Smith de petatiux, y dice esto, mientras con un puntero señala a una pared blanca como la nieve: no se puede todo, no alcanza para todo, ¿estamos? El Presidente dijo que no conocía el comunicado de la UNAM y la Anuies en el cual se inconforman con el recorte presupuestal. Ya circulaba entonces este mensaje: “La Universidad Nacional Autónoma de México expresa su preocupación y desacuerdo con el proyecto de Presupuesto de Egresos para 2019, elaborado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y entregado el sábado a la H. Cámara de Diputados para su análisis, revisión y aprobación”.
Gilhaprobadoenellaboratoriounexperimentoquenosabefallar(comolosgobernantes de la Cuarta Transformación) y consiste en lo siguiente: usted se sienta en un cómodo sillón (no mullido, solo cómodo) y ve en una pantalla diversas imágenes. En ese momento viene la parte más complicada del experimento y se corre el riesgo de sufrir un colapso: de golpe y sin decir agua va usted cierra los ojos. ¿Qué ha pasado? La realidad ha desaparecido.Elexperimentoharesultadounéxito.
Errata
Gamésrecordóalclásico:¿ysilarealidaddemuestra que estamos equivocados? La realidad es reaccionaria, fifí, camajana y punto y se acabó. “Se hará más con menos porque se acaba la corrupción y el derroche.”
En su contribución semanal en su periódico El Universal, Leonardo Curzio escribió esto: “La UNAM recibe un monto similar a la recompra inicial de papeles del NAIM, no hay derecho a cortar a la Universidad para solventar una pésima decisión”. ¿Cómo la ven? Dicho esto sin la menor intención de un albur presupuestal.
Por cierto, la errata que se deslizó en la Propuesta de Reforma Educativa y que modifica el artículo tercero constitucional no incluyó el concepto de autonomía. El coordinador de los diputados del PAN, Juan Romero Hicks, descubrió el gazapo y lo dio a conocer. El secretario de Educación, Esteban Moctezuma, se encargó de aclarar la errata y los voceros de la SEP explicaron: “Debido a un error en la captura mecanográfica se señaló “VII” (fracción) en lugar de inciso “a”, por lo que queda en la iniciativa el texto intacto de la fracción VII relativa a la autonomía universitaria”.
Antes había unos señores y unas señoras que corregían los textos y les quitaban los piojos, es decir las erratas. Gil imagina que a la hora de los recortes, los correctores fueron los primeros en quedar de patitas en la calle. Muchachos de la Cuarta, redacten bien las leyes y corrijan las erratas. Que les manden prestados unos correctores del Fondo de Cultura Económica, aunque bien pensado, eso de corregir es algo burgués. En fon.
Todo es muy raro, caracho. Como diría Federico García Lorca: “Quiero llorar porque me da la gana”.
¿Y si la realidad demuestra que estamos equivocados? La realidad es reaccionaria y fifí