Las dos rutas de Lainez
Es el momento para que Diego Lainez, la juvenil estrella del América, se vaya a algún buen equipo de alguna buena Liga de Europa. Si ese es el empeño del padre de este muchacho, que hasta donde sé es quien maneja su carrera, es un buen empeño. A sus 18 años (hasta junio de 2019 cumple 19), acumula una buena cantidad de partidos ya en la Primera División. Aunque muchos lo vean muy delgado, es un jugador resistente y por lo que hemos visto con otros jugadores de su tipo, de distintas nacionalidades, en un buen equipo del Viejo Continente puede crecer en todos los aspectos.
En el América no están para extrañarlo. Tienen jugadores para sustituirlo y si no los hubiera, con el dinero que obtendrán de su venta, pueden traerlos.
Así que todo se remite a lo que Diego puede crecer y, consecuentemente, aportar a la selección mexicana de futbol.
Así como ha sucedido recientemente con Hirving Lozano, primero, y posteriormente con Érick Gutiérrez, que en distinto ritmo, lucen ya sus cualidades y su crecimiento en el PSV de Holanda.
Ignoro qué tipo de tratativas está llevando a cabo el papá de Diego, pero si como se dice es el Ajax, también de la Liga holandesa, el principal interesado en quedarse con el zurdo, sería una gran noticia. Los equipos holandeses funcionan como extraordinarios potenciadores de jugadores talentosos de todo el mundo. Los preparan, los muestran y luego los venden a equipos de mayor relevancia.
Otro club que se ha caracterizado por esto es el Oporto de Portugal. Ahí también han ido a parar varios de los mejores futbolistas mexicanos en los últimos años.
Esas dos rutas: la holandesa y la portuguesa son las que debería transitar el joven mexicano. Cualquier otra podría perjudicarlo más que beneficiarlo. Llegar a uno de los tres grandes de la Liga española no lo veo factible… Seamos realistas también.
En el América no están para extrañarlo. Tienen jugadores para sustituirlo