La televisión mexicana en 2018
Es horrible hablar de la televisión mexicana en 2018 porque todo el año se nos fue en política. Desde que comenzó enero hasta este punto de diciembre, no hemos parado de hablar del tema. ¿Y? ¿Qué tiene esto de horrible? Que de tanto pasar política la industria se olvidó de sus otras vocaciones, como la del entretenimiento, y que de tanto abordar este asunto el resultado es un país cada vez más polarizado, saturado, aturdido. No sé usted, pero yo tengo la impresión de que gracias a esta avalancha de contenidos políticos mucha gente está harta, enojada, frustrada, deprimida.
Y una televisión que harta, enoja, frustra y deprime no es precisamenteunatelevisiónquelasmultitudesmatenporver.Deténgaseun momento a pensar, por favor, en el año que nos aventamos.
Todo comenzó con los spots de las precampañas que no solo fueron muchísimos, salvo honrosas excepciones, estuvieron mal hechos. De ahí brincamos a los spots de las campañas donde nos la pasamos viendo barbaridad y media desde que nos despertábamos hasta que nos dormíamos. Y en medio, series como Aquí en la tierra y El señor de los cielos que entre drama y drama mandaban unos mensajes todavía más intensos que los que veíamos en las mesasdeanálisisdelosnoticiariosque más que mesas de análisis, en los últimos 12 meses, se transformaron en talk shows.
¡Hasta Luis Miguel, la serie tuvo sus momentos políticos involucrando a ex presidentes y personajes como El Negro Durazo con El Sol! Y yo no sé qué fue más delicado,silosdebatespresidencialesorganizadosporelInstitutoNacional Electoral (INE) o la presencia de alguno de los candidatos a la presidencia de la república en ejercicios Hasta Luis Miguel, la serie