Cereza del pastel
Cuando el PREP arroje su corte final el próximo lunes 3 de junio, los medios de comunicación estarán difundiendo la que puede ser la noticia principal del primer semestre de 2019: la configuración política del Congreso del Estado.
En donde el PAN tiene actualmente 20 de las 36 diputaciones posibles, mientras que el PRI tiene 11, Nueva Alianza 2, Movimiento Ciudadano y Morena uno. La LIII Legislatura se completa con un legislador sin partido.
Tradicionalmente envueltos por la apatía ciudadana, los comicios intermedios se han convertido cada vez más en eventos importantes para una ciudadanía que se empodera a través del voto, convertido en un instrumento democrático que lo mismo premia que castiga el ejercicio del poder.
Por el entorno político federal que la rodea, podemos decir que la integración de la próxima LIV Legislatura local será la elección intermedia más importante en la historia de Tamaulipas, en términos de gobernabilidad.
La designación de los magistrados del Supremo Tribunal de Justicia, así como la del auditor Superior del Estado y la aprobación de las cuentas públicas pasan por el tamiz del Congreso del Estado. Al igual que la designación del fiscal y del Comité de Participación Ciudadana, del Sistema Estatal Anticorrupción.
También la designación del presidente de la Comisión de Derechos Humanos y del fiscal General de Tamaulipas, así como la designación de los magistrados del Tribunal de Justicia Administrativa y de los comisionados del ITAIT, pasan por la deliberación y acuerdos del Poder Legislativo.
Como se puede apreciar, es mucho lo que está en juego en la elección de 2019 en términos de gobernabilidad. El control del Poder Legislativo es clave para el PAN, porque le permite al Poder Ejecutivo tener una segunda mitad de sexenio, en la que pueda consolidar su proyecto de gobierno y perfilar con mayor margen de maniobra la sucesión y permanencia en el poder del panismo tamaulipeco.
Pero Morena y el PRI, juntos o separados, van por una porción más grande del pastel legislativo. El voto decidirá el tamaño de la rebanada que le tocará a cada partido político.La cereza estará en juego en el 2022.
Viene la elección intermedia más importante en la historia