La historia de Nico
El goleador chileno Nicolás Castillo se fue de los Pumas hace algunos meses porque hubo un equipo, el Benfica de Portugal, que le dio 8 millones de dólares para que pagara la cláusula de rescisión de su contrato.
No tuvo mucho más que hacer la directiva que encabeza Rodrigo Ares de Parga que darle las gracias y desearle suerte. Pumas no quería que se fuera, pero su salida estaba pactada bajo esas condiciones en el contrato que firmaron ambas partes.
En el Benfica, que según entiendo es su cuarto equipo en el futbol europeo, no ha tenido la regularidad deseada. Él quiere triunfar en el viejo continente y a donde fue no es una mala opción para ello. Pero también sabe que con tan pocos minutos sobre el terreno de juego no sólo terminará devaluándose sino dejará de ser convocado a la selección de su país, de la que ha sido más o menos habitual. Y Nico quiere jugar la próxima Copa América.
Se entiende que solo por ello aceptaría regresar al futbol mexicano, en donde varios de los equipos poderosos económicamente lo quieren o querían como refuerzo. Se habló primero del Monterrey y luego del América. Hay quienes en las últimas horas han dado por hecho que se enlistará en los próximos días bajo las órdenes de Miguel Herrera.
No sé de dónde ha salido la cifra de 15 millones de dólares que, se supone, pagará el América por adquirir su carta de propiedad. Si es esa suma suena a algo muy desproporcionado. Pero al mismo tiempo es lo que cuesta un buen goleador y hay otros equipos en el futbol mexicano que han estado pagando cantidades similares por hacerse de jugadores de calidad y rendimiento probados.
Lo único otro que queda es si regresa bajo el esquema de venta o de préstamo, pues se sabe que quiere dejar la puerta abierta para un rápido regreso con el Benfica.
Y algo que es importante, ver si viene maduro ya para no representar un potencial riesgo de ruptura del vestidor. Por su carácter explosivo.
Lo único otro que queda es si regresa bajo el esquema de venta o de préstamo