El “Green New Deal” y la Teoría Monetaria Moderna
La restricción de esta estrategia no es financiera... sino de los recursos reales de la nación...
En Estados Unidos están sucediendo eventos históricamente importantes. En particular, esta semana la legisladora estadunidense Alexandria Ocasio-Cortez presentó en el Congreso los lineamientos del Nuevo Tratado Verde -the Green New Deal (GND)-. Esto abre una gran oportunidad para que México siga esos mismos pasos.
El GND se inspira en la Segunda Declaración de Derechos del “the New Deal” original implementado en 1933 por el presidente norteamericano Franklin D. Roosevelt. Dicha Declaración garantizó a todo ciudadano un empleo y salario digno, alimentación, servicios médicos adecuados, buena educación, protección económica en caso de enfermedad, el derecho a comerciar libre de monopolios, entre otros beneficios.
El GND de Ocasio-Cortez propone impulsar la economía norteamericana mediante la movilización masiva de recursos reales y financieros. El GND garantiza una enorme creación de empleos con sueldos dignos -Job Guarantee-, inversión en infraestructura, reconversión de la industria energética actual en una limpia, etcétera.
Por otra parte, el GND tiene la “misión” de combatir el Cambio Climático. De acuerdo al Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático de la Naciones Unidas, el mundo tiene 12 años para hacer reducciones sustanciales en la emisión de gases de efecto invernadero. De no hacerlo, será difícil evitar los severos impactos climáticos a finales de siglo. Ante ello, el GND plantea reducir las emisiones globales entre 40 y 60% por debajo de los niveles de 2010 para 2030 y neutralizar en su totalidad los gases de efecto invernadero causados por el hombre para 2050.
¿De dónde saldrá el dinero para el GND? Detrás del GND está la Teoría Monetaria Moderna. De acuerdo a esta perspectiva, un país con soberanía monetaria completa (que es proveedor monopolista de su moneda) como la de EUA, tiene la capacidad de financiar todo aquello en esa moneda. La restricción de esta estrategia no es financiera sino que el límite está en función de la disponibilidad de los recursos reales con que dispone la nación como maquinaria, fuerza de trabajo, alimentos, energía, etcétera.
“Así es precisamente como pagamos por el primer New Deal. El gobierno no salió y recolectó dinero, mediante impuestos y préstamos. La economía se había derrumbado (por la Gran Depresión que inició en 1929) y nadie tenía dinero. El gobierno contrató a millones de personas para varios programas del New Deal y les pagó mediante una inyección masiva de gasto público que el Congreso autorizó en el presupuesto. Roosevelt no necesitó “encontrar el dinero”, requirió encontrar los votos. Podemos hacer lo mismo para el GND”…
… en lugar de hablar de un déficit presupuestario numérico, debemos hablar de los déficits que realmente importan, como nuestros déficits en biodiversidad, en la capacidad de nuestro medio ambiente para absorber la contaminación, en la educación, en el tiempo que pasamos con nuestras familias, etcétera,” comentan los expertos Stephanie Kelton, Andrés Bernal y Greg Carlock.