El campeón se pone al límite
América. En el Apertura 2018, después de una derrota frente a León, las Águilas despertaron y lograron su mejor racha de resultados: 17 partidos sin perder, y terminaron levantando el título de Liga
De nuevo León. De nuevo en la Jornada 6. De nuevo un partido en el que las cosas no salieron de principio a fin, de nuevo, América fue colapsando y terminó siendo negado por un conjunto que funcionó mejor. Nada le resultó al cuadro de Miguel Herrera que falló en todas las líneas, desde el ataque a la defensa se fue desmoronando, perdió el rumbo y sumó la segunda derrota del torneo.
Hace poco más de cinco meses, en el estadio León, América se midió al conjunto esmeralda que entonces era dirigido por Gustavo Díaz, aquella noche del miércoles 22 de agosto se topó de frente con su bestia negra: Mauro Boselli, quien les marcó los dos goles con los que La Fiera venció a las Águilas.
Al final de ese partido, el coraje de Miguel Herrera fue tal que en la sala de prensa evitó los cuestionamientos, compareció porque así lo exige el reglamento, pero solo dio una breve declaración y se marchó al vestidor. No quería que lo traicionara la calentura y que de su boca salieran palabras de las que después pudiera arrepentirse.
Lo que vino después fue un paso efectivo, América no volvió a perder en el resto del Apertura 2018, las Águilas sumaron 17 partidos en los que el cuadro del Piojo Herrera cambió esa imagen tan paupérrima que tuvo esa noche de agosto. No se le volvió a ver un encuentro tan bajo hasta el pasado fin de semana, cuando volvió a doblar la rodilla ante el mismo León, pero ahora dirigido por Ignacio Ambriz, ya sin Mauro Boselli que les causara daño, pero con un Ángel Mena que vive su mejor momento en México.
Y es que América fue un concierto de fallos, en su área y en la de enfrente, se equivocó defensivamente y a la ofensiva estuvo con los cañones sin pólvora. En los primeros minutos llegaron tarde al punto de remate, Roger y Henry no pudieron percutir. Y cuando León se animó a salir también estuvieron desatentos en las marcas de los tres goles.
Encima, la derrota tuvo otro golpe moral, porque se perdió una racha de 24 juegos sin caer en el Azteca, un campo que se había convertido en tierra inexpugnable, acabó siendo conquistada por un equipo solidario y efectivo de principio a fin.
Miguel no tuvo excusas, en la sala de prensa ondeó la bandera de la autocrítica, consciente de que a su equipo le hace falta trabajo y acoplamiento a sus refuerzos, porque lo que pintaba para ser la noche rimbombante del estreno de Nico Castillo, acabó siendo la de Ángel Mena.
“No jugamos nada bien y tuvimos enfrente a un grandísimo rival que hizo un buen partido, dejamos mucho que hacer y hay que trabajar para mejorar. Dentro del vestidor sabemos qué dejamos de hacer, fue un resultado abultado, pero hay que estar unidos, queda mucho por delante, este equipo se va a meter a la Liguilla y va a pelear el título”, comentó Paul Aguilar, quien ha ejercido de capitán ante la lesión de Oribe Peralta.
Este escenario ya lo conoce América, es el mismo del semestre pasado. Lo que viene ahora es el primer clásico de la temporada, un duelo contra el resurgido Pumas que tiene muchas cuentas pendientes.
Un punto a favor para las Águilas es que tendrán una semana libre de compromisos en la Copa, este martes empezarán con el trabajo de cara a su visita a Ciudad Universitaria, un escenario que no les intimida para nada, un campo en el se sienten cómodos y en el que suelen explotar con facilidad. Un rival al que el Piojo le tiene tomada la medida.
El campeón se pone al límite, porque después del título del semestre pasado el parámetro para medir sus alcances es el propio América, un equipo que no tiene tiempo para lamentarse de un descalabro como el del sábado y sí la obligación moral y futbolística de sobreponerse y pelear por recuperar sus mejores sensaciones.
Hace cinco meses, la derrota con León marcó el despertar de América que no se detuvo hasta levantar el título. Una derrota más ya sería un punto en contra con respecto a la plantilla que ganó el título, el plantel actual lo sabe, igual que no hay nada mejor que un clásico para resurgir.
“No jugamos nada bien y hay que pensar en lo que viene. Sabemos que los clásicos se tienen que ganar” Paul Aguilar Defensa de América
“La derrota tiene que servir para corregir errores. Qué bueno que viene un clásico” Guido Rodríguez Mediocampista de América
El torneo anterior, la derrota con León marcó el despegue de las Águilas