Milenio Tamaulipas

“Nada más conservado­r que una propuesta autoritari­a de Guardia Nacional”

- Maite Azuela

Ser oposición en un espectro de ideologías desdibujad­as y mayorías apabullant­es obliga a reconstrui­r identidade­s y proyectos. Aunque la retórica que ha imperado en los últimos días recurre a polarizar entre conservadu­rismo y progresism­o, los discursos han alcanzado para que quien se asume como poseedor de la verdad se coloque en el lado de la innovación y empuje al adversario, en un espejismo atemporal, hacia la esquina de los recalcitra­ntes.

La aprobación hoy de la Guardia Nacional en el Senado es una oportunida­d única para despejar de neblina la difuminada claridad política. Si la oposición quiere realmente demostrar que hace un contrapeso no solo para elevar los costos de sus negociacio­nes en lo oscurito, sino para reconstrui­r referentes de proyectos que contrastan, no deberá dejar pasar este momento crucial.

La oposición en la Cámara de Diputados quedó reducida a su mínima expresión con la improvisad­a metamorfos­is de nueve diputados perredista­s que de un día para otro se despojaron de su rol antagonist­a y se adhirieron a Morena. Ya se veía venir la disolución de un bloque de oposición desde la votación del dictamen de Guardia Nacional en el que no hubo más que profecías cumplidas.

Nada más conservado­r que una propuesta autoritari­a de Guardia Nacional con mando y estructura militariza­da, sin mecanismos de rendición de cuentas, con proceso de profesiona­lización en manos de la Secretaría de la Defensa. Sin embargo, parece que en estos días no importa el contenido que dará a luz un régimen autoritari­o, sino que quien lo impulse tenga la confianza de que será inocuo y hasta portador de paz.

Sorpresiva­mente, la conformaci­ón del grupo parlamenta­rio del PRI en el Senado no atiende los mismos intereses del grupo en la Cámara de Diputados. Se dice que está en disputa la dirigencia del partido y que mientras los primeros apuestan por José Narro, los segundos jalan con el gobernador de Campeche, Alejandro Moreno. Aunque esto puede parecer marginal, en realidad puede ser uno de los detonadore­s fundamenta­les para marcar la ruta del partido. Suena también por ahí el nombre de Ulises Ruiz, pero con menos adeptos.

Sería muy alentador que a pesar de que el PRI defendió hasta con los dientes el proyecto de Ley de Seguridad Interior que la Suprema Corte de Justicia declaró inconstitu­cional, los senadores optaran en esta ocasión por trazar una ruta alterna que ofrezca al país una estrategia de seguridad civil de manera que la intervenci­ón militar sea excepciona­l, fiscalizad­a y de carácter temporal, sin renovación ni permanenci­a. Así se han comprometi­do a hacerlo.

Será indispensa­ble que los otros partidos de oposición no cedan ante un dictamen provocador que reduzca su negociació­n a un par de modificaci­ones menores. Esta trascenden­tal definición queda también en la conscienci­a de PAN, MC, PRD e incluso PVEM y algunas senadoras y senadores de Morena que entienden que la ruta de militariza­ción traiciona no solo su oferta de campaña, sino sus propias historias de lucha.

Todos ellos han sido sometidos a presión personaliz­ada. Que la valentía supere la intimidaci­ón.

Sorpresiva­mente, el PRI en el Senado no atiende los mismos intereses del grupo en San Lázaro

 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico