Austeridad, el niño y la bañera
Hacer más con menos, dicen el Presidente y su gabinete. Si no hay corrupción, el dinero alcanza. Como se han dado cuenta, hay cosas en las que sí, hay otras en las que no. Por ejemplo, en la Secretaría de Salud. Para desmentir rumores de 150 muertes por falta de atención y medicamentos en casos de influenza, el INER circuló un comunicado en el que pone el número de muertes en 24, insiste que hay suficientes medicamentos, pero también confirma que la están pasando mal: “Efectivamente, a partir de enero del presente año se suspendió la contratación de personal eventual y el otorgamiento de suplencias, debido a la limitación en el presupuesto asignado al Instituto, por lo que se han tenido que analizar las áreas prioritarias de atención para optimizar el recurso presupuestal y asignar las suplencias. Esta acción ha sido interpretada como una medida arbitraria y no revisada cuidadosamente. Lo anterior resulta incorrecto, ya que, como es nuestra obligación, se está privilegiando la necesidad de atención de los pacientes con este personal asignado. Incluso, como una más de tantas acciones, se hicieron las gestiones y se obtuvo temporalmente el apoyo de personal de enfermería de servicio social para atender esta carencia de personal, con el apoyo de otras instituciones de salud”.
La misma Secretaría de Salud, aplicando a rajatabla la circular uno, firmada por el Presidente, en la que comunicaba “la decisión de no transferir recursos del presupuesto a ninguna organización social, sindical, civil o del movimiento ciudadano, con el propósito de terminar en definitiva con la intermediación que ha originado la discrecionalidad, opacidad y corrupción”; suspendió la convocatoria pública para la asignación de subsidios para la prestación de servicios de refugio para mujeres, sus hijas e hijos, que viven violencia extrema. Son 71 Refugios y Centros de Atención Externa en donde el año pasado se atendieron mil 523 mujeres, mil 293 niñas y mil 250 niños. En el presupuesto de 2019 se habían aprobado 346 millones de pesos.
Dos días de quejas y denuncias les hicieron echarse para atrás. Repusieron la convocatoria con la cual, esas mujeres y menores quedarían desprotegidos.
En salud se acordaron del bisturí, mejor que el machete.
En salud se acordaron del bisturí, mejor que usar el machete