Electoralistas mexicanas
Tienen razón las integrantes de la Asociación Mexicana de Consejeras Estatales Electorales, constituida en agosto de 2003: en México los institutos electorales locales han sido eslabón clave, para que la pluralidad de la sociedad se refleje en la conformación del poder público subnacional.
Dirigida por Miriam Hinojosa Dieck, consejera de Nuevo León y editorialista de MILENIO Monterrey, la AMCEE tuvo el acierto de organizar el viernes pasado, con el apoyo del Instituto Nacional Electoral, el Primer Foro Nacional al que bautizaron atinadamente “La democracia se construye desde lo local”.
Electoralistas de 20 entidades federativas disertaron en cuatro mesas, moderadas por las consejeras Claudia Ruiz Reséndez, No he mí Argüello Sosa, Gema Morales Martínez y Rita López Vences, en donde revisaron el avance democrático, los mecanismos de participación ciudadana, la innovación tecnológica y el futuro de los institutos electorales locales en la 4T.
Porque tuve la oportunidad de fundar el Instituto Electoral de Tamaulipas, padre del Ietam y abuelo del Organismo Público Local Electoral, en junio de 1995, y vivir los encontronazos con el entonces gobernador Manuel Cavazos Lerma, ante la resistencia de ceder el control de los comicios a siete ciudadanos del Consejo Estatal Electoral.
Será el sereno, pero me consta que la democratización del poder público surgió y avanzó con potencia centrípeta: desde la provincia hacia el centro.
Un año antes del nacimiento del IFE, retumba en Baja California la alternancia primera de una gubernatura en 1989 y el PRI perderá otras 11, antes de la alternancia presidencial de 2000.
Incluso antes de que surja el Sistema Nacional Electoral en 2014, ya se cuentan 39 de las 59 alternancias de gubernaturas que llevamos y, como indicador de calidad, solo tres elecciones de gobernador se han anulado por malas prácticas de los actores políticos: Tabasco en 2000 y Colima en 2003 y 2015.
Suscribo con la AMCEE la conclusión central de su foro: el avance democrático de México tiene su torque en la solvencia de los institutos electorales locales.
El fantasma de las electoralistas unidas y su experticia sonó fuerte en México, diría el clásico marxista.
Felicidades a la AMCEE.
La democracia se construye desde lo local, indica la AMCEE