La oposición, un voto, un espejismo
Los partidos políticos de la mermada oposición salieron a celebrar la votación en el Senado sobre la Guardia Nacional como si en verdad existieran.
Siempre es extraño ver celebrar a todos los partidos una votación con cero —repito, cero— votos en contra.
La verdades que hay un mucho de espejismoen lo sucedido la semana pasada, como lo han señalado ya otros compañeros en sus comentarios, en especial me parece una joya el texto de ayer de Mauricio Merino en El Universal, en el que pregunta de qué se reían los senadores.
Al final, los senadores delPRIyd el PAN votaron por lo que ellos habían querido hace muchos años y que ahora tendráLó pez Obrador, control y permiso legal durante su sexenio para hacer con el Ejército y la Marina lo que quiera y talvez, algún día, vaya usted a saber cuándo y cómo, una policíanacional.
He leído también algo así como homenajesaRicardoMon real, el líder del partido del gobierno en el Senado, y aunque no cabe duda que lo hizo bien, tampoco tenía frente así adversarios formidables ni grandes ideas surgidas de sus plataformas políticas.
Seguramente la coalición de la semana pasada se podría repetir alguna vez más en el sexenio, creo que lo intentarán frente a la pretensión del presidente López Obrador de estar en la boleta, oficialmente, en la elección de 2021 con la figura de revocación de mandato.
Pero me parece que la celebraciones son más que anticipadas.
ElPRD,l oque queda de él, todo indica, tiene sus días contados.
El proyecto de El Frente hizo pedazos a un PAN de por sí debilitado y confrontado después de dos sexenios en el poder —recordemos que quedó en tercer lugar en 2012–; este año perderá Baja California con estruendo; será por eso que su gobernador chihuahuense anda buscando anclas en otros horizontes.
El PRI, que se entregó con amor al peñismo, no sabe cómo quitárselo de encima y anda tan metido en su golpeteo interno para decidir quién será su nuevo líder, que difícilmente competir á electoralmente este año.
Mientras, Morena busca, obtiene, “compra” votos. Sí, de esos 30 millones que López Obrador logró y los otros aún no quieren ni pueden entender por qué; ni qué deben hacer para lograr algunos.
Porque de eso se trata, y parecen haberlo olvidado.
PRI y PAN votaron por lo que habían querido hace muchos años