Silvia Pinal. “Me gusta la vida a mis 87 años”
La actriz habla de los momentos más emotivos y tristes de su vida, le hubiera gustado ser soprano y le encanta su jardín
Silvia Pinal está a punto de desayunar en su casa, la cual, comparte, es “uno de mis lugares preferidos”, pero antes se da tiempo de hablar del efecto que ha tenido su bioserie a una semana de transmisión.
La felicidad que le representa el trabajo que logró Carla Estrada con su equipo de producción y con la interpretación que hace Itatí Cantoral tiene “muy emocionada” a la primera actriz, quien reconoce que aunque no ha visto por completo la serie Silvia Pinal frente a ti, compartir sus vivencias le ha generado cierta nostalgia, por ejemplo, al recordar la muerte de su hija Viridiana o bien en pensar que nunca pudo lograr el sueño que tenía de ser cantante de ópera, aunque destaca que su fortaleza ha sido fundamental para que a sus 87 años siga siendo una mujer que disfruta la vida y no pierde su coquetería.
¿Cómo está? Desayunando, ¿gusta?
Dígame a dónde y voy…
Se va derecho por la iglesia del Pedregal y ahí está mi casa.
Pero mientras, platicamos, ¿le parece?
Claro, claro, no perdamos el tiempo (risas).
Ahora que ya está al aire, ¿qué le han dicho de su serie? Todos me dicen que está muy buena, pero no he tenido tiempo, es una pena lo que voy a decir, pero de verdad no he podido ver los periódicos.
¿Qué le representa?, ¿qué siente que hayan tomado su historia para contarla? Tras el spin-off de Aristemo, puede unirse a la tercera temporada de la serie. Pero sí habrá Silvia Pinal en la segunda temporada de La casa de las flores, que este año llega a Netflix. Creo que es una historia bonita en general, con momentos tristes, desgraciadamente la vida tiene de todo, pero estoy muy feliz.
De lo que platicó con los realizadores de la serie, ¿qué fue lo más difícil de compartir?
Los momentos tristes, toda la época de Viridiana (su hija que murió en un accidente automovilístico), todo eso para mí significa algo muy fuerte, esos recuerdos son muy duros, más de una niña tan linda y que su nombre significó tanto para mí (porque lleva el nombre de la película en la que fue dirigida por Luis Buñuel), pues es difícil, es muy duro para mí, pero ni modo, eso paso y ahí está siendo parte de mi historia.
El pasado nos genera nostalgia, ¿hay alguna etapa de su vida que le gustaría revivir? Los momentos que quiero revivir son los que ya no tengo, a esa gente que ya no tengo, pero de todas maneras ya me dejaron cosas, recuerdos que tengo, y con eso me conformo.
¿Es Silvia Pinal una mujer fuerte? Siento que soy fuerte, siento que puedo resistir muchas cosas, pero cuando me pasan estas cosas, como el estreno de la serie y que la gente me manifieste su cariño, siempre soy chiquita, débil y me dan ganas de llorar.
Hay quien ha dicho que es un ejemplo para las mujeres, ¿así lo considera? Ojalá que sea un buen ejemplo, porque de repente agarran ejemplos que no son buenos. Yo soy una mujer que ama su trabajo, que ama la vida, que ayuda si puede, y que sigue adelante porque no le hago daño a nadie y me siento muy agradecida con la gente y con la vida.
¿Le gusta que Itatí Cantoral la interprete? Me gusta mucho porque la quiero mucho, mucho a la condenada escuincla, es chistosa, es coqueta; vino a probarse mi ropa y estaba preocupadísima porque le había entrado apretada y yo me moría de risa.
¿Cómo ha hecho para conservarse bien, para tener entusiasmo por la vida? Primero, no tengo la edad que creen, me mantengo bien porque no fumo, el cigarro ataca muy fuerte a los pulmones; de tomar, he tomado mis copitas, pero no es una cosa que sea drástica en la bebida; las dietas, ahí es donde me fastidian, porque tengo que hacerlas para no subir de peso, pero pues ni modo algún sacrificio tengo que hacer, pero por lo general me siento muy bien y estoy muy contenta.
¿Le falta vivir algo?
Muchas cosas, quise ser cantante de ópera, pero claro, claro que no pude, porque mi voz no… y tomé clases de canto y le eché muchas ganas, pero no pude.
Cuando está en su casa, ¿qué le gusta hacer? Me gusta disfrutar mi desayuno, la tele, el jardín que está tan bonito. Tengo una terracita en mi recámara que da al jardín y ahí me estoy con mis plantas.