Derechos humanos ¡qué puto caos...!
“Usted no opine, es hombre”, exclama la feminista, y éste responde“sexista”. Un diálogo común a casi dos décadas delsigloXXI,enloslímitesdelatolerancia y el hartazgo, fundamentada en el debate feminista donde un hombre puede ensuciarlavisióndelaluchadelamujerporsus derechos,odondeestacolumnapuedeincluso ensuciar la visión de su concepto de equidad, que sin embargo, desde el puro significado de la palabra, es necesario.
Junto a equidad, conceptos como discriminación, marginación, paridad, xenofobia, inclusión, pululan la vida diaria, las calles, las pancartas, las sobremesas, los congresos, la virtualidad de la red social, sin acabar de cimentar en el entendimientocolectivoquésonlosderechoshumanos,niaúnenlamáximadelhoytande modaBeneméritodelasAméricas.
Mi reflexión inicia en el feminismo por la reciente efeméride del Día Internacional de la Mujer, pero los conceptos enumerados, hablan de todo tipo deviolacionestoleradas alosderechoshumanos en un montón de debates de ideologías y costumbres, como otro que se desprende de la lucha del mal llamado sexo débil: elaborto.
Lleno en las afrentas legislativas del mundo, el conservadurismo que defiende “la vida desde la concepción” y se recalcitra con “el derecho de la mujer sobre su cuerpo”.
O recientemente la respuesta de la ocasionalmente incongruente RAE a un usuario sobre una palabra incómoda hasta en un estadio de futbol por ser discriminativa: “En ese registro juvenil de España, además del adverbio «putamente» (‘muy’: «putamente mal»), se registra el uso de «puto» como prefijo intensificador”.
Esa entre otras concepciones de una palabra debatida por un enorme círculo que también pelea por sus derechos y contra las violaciones de estos.
Incluso la increíble estupidez de Manuel
Ladrón de Guevara, súperdelegado federal en Veracruz que en la controversia gubernamental sobre las instancias infantiles dijo “que puede ser una estancia o pueden optar por su familiar o una persona así tipo (Alfonso) Cuarón, que lo cuidó una muchacha y miren, sacó hasta un premio Oscar, para que vean que sí funcionan las Yalitzas” que sobreexpone el clasismo mexicano, la segmentación y marginación. Qué puto caos.
Mi reflexión inicia en el femenismo por la reciente efeméride del DíaHuerta Internacional de la Mujer