La única pax narca que podría darse...
Los problemas de violencia en el país están vinculados a lo inmensamente estúpidos que son los narcos mexicanos, producto del machismo al que le rinden culto. Ese machismo que siguen fomentando en las nuevas generaciones de capos, ese machismo que los ciega y les impide ser longevos emprendedores exitosos, en lugar de fugacesleyendasdelcrimenqueavecessonentronadasen corridos chafas, cancioncitas que siempre se olvidan en los brindis cuando surge el nuevo jefe de jefes.
Si los narcos fueran más inteligentes, si fueran mejores empresarios, se pondrían de acuerdo y no calentarían las plazas. Cuidarían su producción (amapola, mariguana). Cuidarían su maquila (laboratorios de metanfetaminas). Cuidarían su enorme y creciente mercado (usuarios nacionales y turistas extranjeros). Cuidarían su trasiego (el de importación y el de exportación). Cuidarían al país.
Si fueran listos, tendrían en calma los estados, en pazlosmunicipios.Regularíanyorganizaríansusventas. Se dividirían los mercados o participarían en éstos como la Pepsi compite contra la Coca, Cinemex contra Cinépolis, McDonald’s contra Burger King.
Pero no, no pueden hacerlo, por más que alguien les expliqueconperasymanzanas:son,literalmente,unos brutos. No entienden. De educación y cultura (empresarial)esimposiblehablarconellos,conunMayoZambada,conunMencho.Sonsalvajes,rupestres,ynoesun asunto de origen modesto, sino de machos, de hábitos delincuencialesmonstruosos.
Sus asociados más jóvenes siguen inoculados por la vulgaridad del dinero sangriento.
En calidad de comerciantes son excelentes suicidas. Si no pelearan a balazos, levantones, secuestros, decapitacionesytodoelmenúdeatrocidades que han inventado, no tendrían que gastar millones de dólares en armamento. Notendríantantomiedoyparanoia.Perono:sesiguen matando a balazos y torturas. Yo te ejecuto a este wey sivendesacá.¿Ah,sí?,mira,yatequebréaestoscuatro, pendejo. ¿Te cae, perro?, mira cómo descuartizo a tus sicarios. No me digas, ya disolví a tu vieja, puto (sí, ahora los capos toman mujeres como trofeos de guerra). LaRepúblicaesuncampodemasacres,uncementerio de ejecuciones, una gran fosa común de descuartizadossinnombre,ungigantescocharcodesangre,elmás inmenso catálogo de desaparecidos, gracias al imbécil mundo del México macho.
Cadamunicipiodondelleganlosnarcos esunacarnicería de machos. Viven de su fama: Don X es el más malote, el más ojetote. Se come corazones de sus víctimas y les corta los huevos. Tiene armas grandototas y trocas bien chidas. Pareciera que los narcos tienen penes diminutos, eyaculación precoz, pésima sexualidad, alientos horrendos, y complejos de inferioridad enormes. No cambian. Viven de los mismos estereotipos: joyas, armas, ropa, bebidas caras, música misógina, maltrato a las mujeres, todo ese mundo vil y naco.
La verdadera pax narca sería que ellos acordaran entresí,noqueelEstadomexicanolohicieraconellos. Que ellos pactaran no secuestrar, no extorsionar, no asesinar, no violar, no traficar migrantes ni mujeres, y entregar a la justicia a quien lo hiciera.
Solofueunsueñodeayer.Esodeunanuevacastade capos cultivados, en espera pacífica de la despenalización del mercado, nunca pasará. Desperté y ahí estabanyalasmatanzasdesiempre,losnarconacos decada día, esos machos que tienen tan jodido al país…
La República es un gigantesco charco de sangre gracias al imbécil mundo del México macho