Milenio Tamaulipas

Sismos y redes

- BRAULIO PERALTA

Cuando una desgracia es colectiva, los grupos sociales se expanden por todo el territorio para conformar el mapa de las emociones donde México saca lo mejor de sí mismo para acabar con las peores tragedias. Una historia donde los temblores ocupan un lugar especial. Los sismos alzan los corazones para unir a una sociedad dispersa. Los terremotos unifican criterios distintos para entender el mundo. Hoy, las redes sociales sirven para ahuyentar el miedo y propagar la valentía frente a la desgracia.

El libro de Enzia Verduchi, Los segundos y los días. Breviario sobre el temblor es único, porque —como nunca antes del 19 de septiembre de 2017— fue en las redes sociales donde avizoramos eso que Carlos Monsiváis ya reclamaba en 1985 con aquel temblor del mismo 19 de septiembre: el despertar de la sociedad civil. La súbita sociedad civil expresó la necesidad de ser un puño con las manos de miles que barrieron la tristeza, limpiaron la sangre, alentaron los espíritus y germinaron la esperanza de un cambio frente al desastre.

No hay en los testimonio­s recogidos por Enzia Verduchi ningún empeño literario, sí el de enlazar caminos para encontrarn­os. Es una memoria colectiva que rescata palabras con las que nos familiariz­amos ante los sismos: brigadista­s, rinoscopio, picos, estetoscop­io, oxímetro, antidiarré­ico, antialacrá­nico, antitetáni­co, rotomartil­lo, amarres, laringosco­pio, pulsímetro­s, megáfono, glucómetro, mosquetes, mototrozad­oras, mazos, polines, catéteres, piolas… confiesa Enzia Verduchi que “nunca había publicado mensajes con tantas faltas de redacción en mi muro”. Gracias por permitirlo. Gracias por olvidar la corrección ortográfic­a. Gracias por enlazar más de 6 mil quinientos mensajes en busca de gente, vida, ayuda a damnificad­os…

La sociedad civil es poderosa, desde nuestra soledad la democracia se levanta con la soledad acompañada. Los otros somos nosotros. No importa si son generacion­es con nombres en inglés y los mil len nials crean que fue su temblor; no, están equivocado­s: fue el temblor de muchas generacion­es. Fue el temblor en una modernidad que permitió que las redes sociales se convirtier­an en el vehículo que empujó la ayuda con seres humanos sensibles a los desastres. Escribe Enzia Verduchi en la unión de estos mensajes: “A los jóvenes se les pedía que no soltaran a Ciudad de México, nosotros pedíamos a todos que no soltarán al país”.

Entre el libro de Elena Poniatowsk­a, Nada, nadie. Las voces del temblor —que recoge los testimonio­s del desastre del 19 de septiembre de 1985—, y Los segundos y los días, de Enzia Verduchi, lo que existe es un cambio radical en los medios de comunicaci­ón. La inmediatez de Twitter, Instagram, Facebook, WhatsApp... hicieron el cambio en la redacción del mensaje y la rapidez para el apoyo a damnificad­os.

¿Aprendimos la lección? Esa pregunta no tendrá respuesta hasta la siguiente tragedia, entre muchas de las que se viven en México. Ojalá siempre sea lo dicho en las redes :“Si caes, te levanto; si caigo, me levantas. Está cabrón de hermoso que así esté sucediendo”, que así sucedió, que así sucediera en el futuro…

Gracias a la gente de las redes sociales, y gracias también a Enzia Verduchi por un libro histórico.

La inmediatez en las redes sociales hizo el cambio en la rapidez para el apoyo a damnificad­os

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico