¿En dónde se perdieron las Chivas?
Hace apenas algunas semanas las Chivas le ganaron al Atlas de una manera casi espectacular. No era un mal equipo el rojinegro en aquel momento. Por eso las positivas expectativas que se generaron en torno al rol protagónico que podían jugar en el torneo los rojiblancos se justificaron plenamente.
Eso sucedió en la Jornada 7. Parecía que el Guadalajara, por fin, había encontrado un funcionamiento regular línea por línea. Pero no.
Después de ese triunfo en el clásico tapatío, perdieron con el Pachuca, cayeron con el Monterrey y apenas pudieron empatar contra el Querétaro, uno de los peores equipos del momento. Y luego vinieron las dos derrotas consecutivas contra el América, una en la Copa Mx y la otra, apenas la noche del sábado pasado, en la Liga; cuesta trabajo ver algo que valga la pena en los dirigidos por José Saturnino Cardozo.
El odiado rival les pasó por encima en los dos duelos. Justo en los partidos que mayor visibilidad y observación generan.
Las Chivas perdieron potencia al frente. Se vieron como un equipo desconectado. Además, inseguros en defensa. Su portero, que se había convertido en un seguro guardián se comió un gol que debió haber evitado. Discutió además con el capitán del equipo en otro momento del juego, evidenciando que la presión que viven les empieza a cobrar unidades también en el campo de la unidad. Eliminados de la Copa Mx, las Chivas hacen dudar a sus seguidores de que tendrán la capacidad de clasificarse a la Liguilla. Tienen 15 puntos tras 11 partidos.
Tras la pausa por la Fecha FIFA, los rojiblancos visitarán a los Pumas, recibirán a los Lobos BUAP, salen a jugar contra el Morelia, vuelven de locales contra el Puebla y el León y cierran en Monterrey contra los Tigres.
Al menos los últimos dos partidos suenan casi imposibles de ganar pues están muy lejos del nivel de estos dos conjuntos, segundo y primer lugar de la Liga o al revés pues se han ido cambiando posiciones.
Chivas hace dudar a sus seguidores de que calificará a la Liguilla