Gobierno de recortes
Durante el Campeonato Mundial de Futbol en Londres adquirió mucha fama la presidenta de Croacia, Kolinda Grabar-Kitarovic, una derechista conservadora que ganó con más de 50 por ciento de los votos por sus políticas de austeridad: venta de aviones del gobierno, reducción
de los salarios de la presidencia y recortes en todos los niveles. Propuestas similares hace Jean Marie Le Penn en Francia y otros derechistas en diversos países, también coinciden en oponerse a reformas fiscales que establezcan incrementos de impuestos a los grandes capitales.
La política de austeridad del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador está haciendo estragos.
Aunque resulta difícil precisar el número de personas que serán afectadas por esa política, dado que las cifras que otorga el Inegi son confusas o no coinciden con otras, se trata de varias decenas de miles que pueden rebasar los 250 mil.
Además debe considerarse que habrá quiénes recurran a demandas judiciales y/ o laboral es pudiendo ganar leal gobierno.
En 2016, según el Inegi, 4.2 millones de servidores públicos trabajaban en las diferentes instituciones de las administraciones públicas de México, lo que representó una tasa nacional de 344 servidores públicos por cada 10 mil habitantes; 39 por ciento laboraba en el ámbito federal y 61 por ciento en las administraciones estatales.
El propio Inegi daba en 2016 la siguientes cifras: de acuerdo con los registros de Analíticos de Plazas 2018 de la Administración Pública Federal, son 52 mil 546 puestos a disposición del nuevo gobierno, a partir del sábado 1 de diciembre de 2018. Son los llamados Mandos Medios o Superiores o de “Confianza”, los primeros candidatos a ser despedidos y sufrir el “ajuste”.
No se tienen cifras del número de empleados contratados bajo el arbitrario y precario régimen de “Honorarios”, pero son varias decenas de miles. No se trata de quiénes ganan o ganaban cifras insultantes en sus ingresos “legales” o “formales”, sino de personas con ingresos más bien modestos.
Según el propio Inegi, en el ámbito federal se encontró mayor diferencia entre los que más y menos ganaban. Mientras que en el estatal alrededor de 50 por ciento de los servidores ganaba entre 10 mil y 20 mil pesos mensuales, menos de 20 por ciento de los empleados federales estaba en este rango salarial, ya que más de 50 por ciento de los servidores públicos del gobierno federal ganaba menos de 10 mil pesos mensuales, con excepción de las instituciones de justicia donde se observaron las remuneraciones más altas.
Ni el combate “a la corrupción” ni esa austeridad favorecen a los más amolados, todo lo contrario, perjudican a cientos de miles de personas que han perdido o están a punto de perder sus empleos. Además de que ese gran número de personas era el que realmente hacía funcionar la maquinaria administrativa.
Los recientes casos en el sector salud derivados de los ajustes ya han producido varias víctimas por las carencias en medicamentos y en las instalaciones hospitalarias y llevado a la primer renuncia de un alto funcionario.
En Ciencia y Cultura los estragos son muy graves.
No se entiende por qué un gobierno con respaldo popular inédito está aplicando la peor política contra el empleo.