El horror y el error
Sin duda, esta semana fue ensombrecida por el horror y el error. Horror, porque no podemos dejar de sentirlo cuando la mañana del jueves pasado aparecieron los cuerpos de 19 hombres, torturados, mutilados y algunos colgadosenpuentesvehicularesdeUruapan,Michoacán.
Error, que las autoridades encargadas de la seguridad en ese estado anuncien el hecho como algo normal. Error es también esperar a que sea la Guardia Nacional quien solucione de inmediato los males que aquejan a ese bello estado.
Hasta hoy, en este horror hay 14 detenidos por la Secretaría de Marina. Horror, por los 22 muertos en El Paso, Texas, de los cuales 18 son hispanos y de ellos ocho eran mexicanos, sin olvidar los 24 heridos. A pesar de que no sucedió este hecho en México, el error viene a cuento por el jodido empoderamiento que muchos mexicanos tienen de manera equivocada, es decir, el horror de El Paso es producto de quien cree poder hacer justicia por mano propia; eso es precisamente el error que se vive en nuestro país.
Lo de El Paso es la muestra del horror que provoca el odio. Es la muestra del error que provoca la intolerancia.
Las escenas de error donde una joven arremete a palos el coche de otra solo indican que la violencia se convierte en empoderamiento; la justicia por propia mano es en muchas ciudades el mejor pretexto para demostrar ese empoderamiento.
Las escenas, producto del error que se convirtieron en horror, cuando dos mujeres empoderadas se salen en estadodeebriedad—sinpagar—de un restaurante y en su huida matan a una anciana y atropellan a dos motociclistas.
Por fortuna, el horror no alcanzó otra dimensión ya que los testigos querían lincharlas, de no ser por policías que las detuvieron y lo evitaron.
De horror y error, los siete presuntos secuestradores linchados en Tepexco, Puebla. El horror es evidente en el propio hecho, pero el error es que la autoridad municipal y estatal no tienen autoridad para actuar y no permitir que el horror de la barbarie cometida por un pueblo entero se haya dado. En el estado de Puebla también las autoridades están esperanzadas en que la Guardia Nacional resuelva sus problemas de seguridad.
El horror no se puede convertir en algo cotidiano y el error es que para enfrentar ya no solo a delincuentes y criminales, sino también a ciudadanos empoderados, no se debe enviar leones por corderos.
El error es que estados y municipios no dispongan de todos los medios para coordinarse con las fuerzas armadas y federales para disminuir el horror.
Como ejemplo del error, casi la mitad de los estados no ha actualizado su tecnología en la Red Nacional de Radiocomunicación, que sirve para enlazar de manera directa e inmediata las instancias de seguridad de los tres niveles de gobierno y obtener resultados que enfrenten al horror. Errores, se han cometido muchos… ¿cuántos horrores serán suficientes?
Tres de Diana
La mitad de estados no ha actualizado su tecnología en la Red Nacional de Radiocomunicación
La Secretaría de la Defensa Nacional condecoró ayer al licenciado Juan Velázquez por servicios distinguidos.
Pocos civiles se hacen merecedores de esta condecoración; Juan, sin duda, ha entregado mucho al Ejército, al país y al fortalecimiento del estado de derecho.
Un fuerte abrazo querido tocayo.