“No soy un alma de Dios, y aunque me da pena decirlo, siempre gano”
El abogado del diablo, como le dicen sus detractores, estudió con los ex gobernadores Fidel Herrera y Flavino Ríos, es compadre del también ex mandatario Miguel Alemán y cercano a AMLO, con quien comparte su pasión por el beisbol
Sus rivales lo apodan El abogado del diablo o La mariposa para denostarlo; sin embargo, Jorge Reyes Peralta (Veracruz, 1951) aclara: “Eso ya no me molesta tanto”, pues ya está acostumbrado.
El presidente del Colegio Nacional de Abogados Penalistas AC, coincidió en la Facultad de Derecho de la Universidad Veracruzana con los ex gobernadores Fidel Herrera Beltrán, Flavino Ríos Alvarado y Miguel Ángel Yunes Linares, además es compadre y amigo de también ex mandatario Miguel Alemán.
Durante sus 44 años de trayectoria profesional, solo en dos ocupó un cargo público en la entonces PGR que encabezaba Antonio Lozano Gracia, quien fuera destituido luego del escándalo en que se vio involucrado el subprocurador de Justicia Pablo Chapa Bezanilla, quien utilizó los servicios de una “vidente”, conocida como La Paca, para localizar los restos del presunto asesino del secretario general del PRI, José Francisco Ruiz Massieu.
Desde su oficina, localizada en el municipio de Boca del Río, Reyes Peralta habla de su época de estudiante, su familia, sus polémicas amistades, así como de sus aficiones.
Además de su profesión, ¿qué es lo que más disfruta? Viajar, conocer países y sorprenderme de que a todos los lugares donde he ido me he encontrado a algún veracruzano; estamos por todo el mundo.
¿Practica algún deporte?
No soy mucho de hacer ejercicio, pero disfruto el beisbol y casi todos los años vamos a la Serie Mundial, ya me tocó ver coronarse a un equipo en Nueva York.
¿Qué lecturas prefiere, qué está leyendo?
Leo bastante, pero en estos momentos estoy enfrascado en preparar un asunto sumamente complicado, porque ya ve que la Unidad de Inteligencia Financiera está muy de moda y lleva asuntos de alto impacto; ahorita lo que estamos haciendo es preparar una defensa de un asunto bastante relevante que próximamente se sabrá, en eso nos hemos abocado.
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Reyes Peralta nuca ha llevado un asunto fácil, pero tampoco se arrepiente de haber representado a personajes controvertidos como los ex gobernadores Fidel Herrera Beltrán y Flavino Ríos Alvarado, con quienes estudió Derecho en la Universidad Veracruzana, una generación en la que también estaba Miguel Ángel Yunes Linares, el ex mandatario contra quien sostiene denuncias penales.
Recientemente el litigante llevó al Congreso local el juicio político contra el fiscal general de Veracruz, Jorge Winckler Ortiz, a quien acusó de torturar a Gilberto Aguirre Garza, y por lo que la Comisión Estatal de Derechos Humanos emitió una recomendación.
Además, dice, tiene una relación buena y cercana con el presidente Andrés Manuel López Obrador.
¿Por qué lo llaman El abogado del diablo?
Fíjese que no sé, hay una historia del verdadero Abogado del diablo, que era Bernabé Jurado, y hay un libro que así se llama, Bernabé Jurado, litigante de su destino. Era un abogado que defendía a toda clase de personas, además de artistas como Pedro Infante; una vez, en una pelea en la cantina La Ópera, en Ciudad de México, mató a una persona y huyó a España, luego resolvió el asunto y regresó.
Entonces él cobró mucha notoriedad porque era un abogado de claroscuros; o sea, era un brillante abogado por un lado, pero por otro su vida personal era disipada. Yo no me identifico con él, mi vida es pública. No soy un alma de Dios, pero no tomo ni doy espectáculos; nunca he cometido un delito, nunca he estado en la cárcel ni por borracho... ni siquiera en un alcoholímetro me han detenido.
Me he conducido dentro de los parámetros de la normalidad, pero no pueden conmigo, me da pena decirlo, pero siempre les gano. Nací para ser abogado y disfruto mucho mi trabajo.
Y La mariposa,
¿a qué se refiere?
Cuando era estudiante tenía una novia, y su mamá trabajaba en el callejón de Cuatro Ciénegas, en la zona de tolerancia en el puerto de Veracruz, y así le decían a ella, y también así le decían a mi novia y luego me colgaron el santito.
Pero lo tomamos siempre con humor, el coche que tenía cuando iba a la facultad lo pintamos y le pusimos Butterfly, era puro cotorreo, y el que tenga buena memoria y piense que con eso me molesto, pues no, soy muy feliz.
Para mí, es un gran orgullo que a mis 68 años siga ejerciendo profesionalmente, ¿no es una maravilla? Otro a mi edad andaría jubilado, pero yo todavía tengo cuerda para rato.
“Me gusta viajar y sorprenderme de que en todos los lugares donde he ido hay veracruzanos”
Teniendo las amistades que tiene, ¿por qué no ha ocupado cargos públicos?
Estuve de diciembre de 1994 a diciembre de 1996 en la dirección de Averiguaciones Previas de la Procuraduría General de la República. Estaba trabajando muy contento en una reunión que teníamos con unos banqueros, porque había un fraude con un bono japonés de mil millones de dólares; estábamos en ese asunto y nos dicen: "Adiós", porque ya ve todo lo que hizo Pablo Chapa Bezanilla con lo de La Paca, ahí se quedó todo. Fue interesante conocer qué había del lado de la procuración de justicia.