En la taquilla

porque es la primera serie de ficción que Televisa hace para redessociales.¿Síentiendelamagnitud de esta noticia? ¡Y es buenísima! Van como tres capítulos de más o menos ocho minutos y el resultado va de lo interesante a lo desgarrador.

Son historia de jóvenes de hoy para jóvenes de hoy protagonizadas por gente como Darío Yazbek (La casa de las flores) y Macarena Miguel (Violetta). Yo la veo en la página web de Uniable y en verdad me tiene cautivado. Pinches famosos es un como un programa de Discovery Home & Health, pero en el sitio de Las Estrellas. Se trata de ir a visitar a alguna celebridad como Gabriel Soto a su cocina y preparar algo rico con lo que tenga. Tiende a ser muy tradicional en términos de fondo y forma, pero podría funcionar, sobre todo en cuanto a ventas.

Sobre ¡Drama 1000!, me voy a esperar para escribirle de esto que giraalrededordelastelenovelasde Televisam en el Instagram de Las Estrellas. Considerando la trascendenciadeltema,ameritauncomentario largo. Por lo pronto, búsquelo. Vale la pena conocer todas estas novedades. ¿A poco no?

Cuando faltan cuatro días para el estreno de la más reciente y (casi) última película de Quentin Tarantino en México, ésta acaba de cruzar la línea imaginaria del éxito, que suele ser (según el presupuesto inicial de la cinta) de unos 200 millones de dólares.

Ahora que se estrenará en gran parte del mundo (y obviamente en nuestro país) las proyecciones son que esta nueva producción genere entre 375 y 400 millones de dólares. ¿Que por qué estoy hablando de lo recaudado en lugar de lo que la cinta representa o hace sentir? Porque con esas cifras ya no es oficialmente “de nicho”, porque aunque ha dividido a la crítica (yo la amo) la gente la está yendo a ver. Claro, son Brad, Leo y Tarantino, eso es un gran aliciente, pero también es una cinta de autor, con un ritmo diferente y con una historia que se apega más a los personajes y a una era de “vamos a salvar el mundo, o la galaxia”, otra vez.

Platicando tanto con Brad Pitt como con Quentin Tarantino les agradecí que siguieran haciendo cintas originales, pero sobre todo que tomaran riesgos (Brad también lo hace como productor en otras cintas), pero el mismo Quentin está muy claro en que esta forma de hacer cine, con grandes inversiones y visiones no comprobadas desde el primer momento, tienen sus días contados.

Brad, sin embargo, confesó que él también agradece mucho cuando se encuentra con una gran película que se arriesga a retar las fórmulas que dominan Hollywood en estos días.

En el cine nacional (que puede ser bueno, malo o terrible) empezamos a caer en las fórmulas también con cierto tipo de comedia romántica, pero al mismo tiempo tenemos visiones increíbles, como Mentada de padre, con Héctor Suárez, y dirigida por Fer Rovzar, que no solo imaginan un contexto increíble, la filman con colores y texturas que te remiten de inmediato a la Época de Oro del cine mexicano (hay que ver la cinta para saber por qué esto en sí es una gran estética, aunque también es un enorme triunfo de la comedia, al ser contrastado con la historia). Y así, como en cualquier cinta que no sea Avengers, Toy Story, Star Wars o similares, cualquier película diferente que llegue a nuestras pantallas desde fuera, usualmente tardará semanas para medio competir con los monstruos del verano y se irá de inmediato si no es un gran éxito.

No creo que sea el caso con Había una vez en Hollywood, pero me parece que esta es una gran manera de entrenar nuestra mente para recibir grandes películas con ritmos y conclusiones distintas a lo que consumimos. Y entonces, aunque Tarantino ahora (nos dijo) esté pensando en escribir libros o cualquier otra cosa, posiblemente vengan otros, de su tamaño, valor y controversia más adelante. Por eso aquí, sí celebro el éxito en la taquilla de Estados Unidos. Ahora nos toca.

Se agradece que el cine de Tarantino tome riesgos, para darle una visión diferente a la historia