Calciatore
Afinales, del siglo pasado, entre las décadas de los años ochenta y noventa, cuando volvieron a abrirse las fronteras a los jugadores extranjeros, se decía que llegar a Italia era el reto más grande para cualquier futbolista. Entonces se hablaba más de ir a Italia que de ir a Europa. A España,
Inglaterra y Alemania llegaban buenos jugadores, pero los mejores se quedaban en Italia porque pagaban más y allí estaban los cracks. El Calcio, definido como algo distinto al futbol, era el campeonato más severo y duro de la época. Probablemente no ha existido una Liga más completa que aquella. Para llegar ahí durante esos años, había que quitarle el sitio a un italiano, un tarea muy peligrosa porque se marcaba mucho y se pegaba más. Al foráneo se le exigía un esfuerzo y un talento superior, y generalmente, los buenos jugadores en Italia se volvían extraordinarios. Adquirían un ritmo diferente: los atacantes pensaban más rápido por la intensidad que ponían los defensores, y los defensores, casi todos italianos, enriquecían su juego por el roce constante con espectaculares atacantes.
El único mexicano que tenía condiciones para jugar en el Calcio era Hugo Sánchez, pero estaba en Real Madrid y aunque estuvo cerca de firmar por el Inter
en algún momento, nunca se cerró la operación y hasta la fecha, el italiano continúa siendo un territorio inexplorado. La llegada de Lozano al Nápoles es insólita por la cifra, por el equipo, y por la edad del jugador. Se trata de uno de los momentos más importantes de la historia moderna del futbol mexicano porque el Nápoles, a través suyo, ofrece la oportunidad de abrir un mercado que parecía cerrado para nuestros jugadores. Lozano llega en calidad de fichaje estelar, una posición que desde el primer día le exigirá resultados.
La experiencia mexicana en Italia es anecdótica, no puede establecerse un juicio sobre su rentabilidad, como sí puede hacerse con el fútbol español, alemán y aunque en menor medida, también con el inglés. Lozano, bien criado y educado como jugador, tiene todo para triunfar en Italia. Una Liga que se ha hecho vieja y que necesita mucha juventud y frescura para volver a llamar la atención de la audiencia mundial.
Lozano, bien criado y educado como jugador, tiene todo para triunfar en Italia