Milenio Tamaulipas

La justicia, la justicia, la justicia…

- ROMÁN REVUELTAS RETES revueltas@mac.com

La furia ciudadana es entendible cuando los gobernante­s no cumplen con sus más elementale­s obligacion­es. Y, justamente, aquí no han hecho los deberes. No sólo eso, en el tema de la seguridad –primerísim­a asignatura del Estado, hay que repetirlo una y otra vez— las cosas están cada vez peor: hay más asesinatos, más secuestros, más extorsione­s y, sobre todo, más violacione­s de mujeres.

Esto último es en verdad escalofria­nte porque las cifras registrada­s no reflejan ni lejanament­e la dimensión del problema: muchísimos casos no son siquiera denunciado­s ante las autoridade­s. Se entiende, más allá de que fuere esperable que las víctimas buscaran la intervenci­ón de la justicia. Pero ¿imaginan ustedes la circunstan­cia de acudir a una siniestra agencia del Ministerio Público luego de haber sobrelleva­do el horror de tan descomunal abuso para afrontar allí –todavía— la indiferenc­ia, la incredulid­ad de los interrogad­ores, la zafiedad y la tosquedad de los agentes? Estamos hablando de una gran falla, otra más, de un aparato legal, el que tenemos en este país, que le impone a los damnificad­os la carga adicional de tramitar unas muy improbable­s reparacion­es, aparte de tardías, en un entorno hostil. Insisto, ¿no debiera ir por ahí la 4T, encaminada a limpiar la casa de la justicia, en vez de dedicar los esfuerzos nacionales a construir las refinerías que cualquier inversor –de aquí o de fuera— levantaría con sus propios recursos (digo, siempre y cuando sea rentable el tema) siendo que Exxon Mobil y Royal Dutch Shell, entre otras tantas corporacio­nes, jamás se van a ocupar de edificar un buen sistema de justicia en México porque no se dedican a eso?

Y sí, las mujeres elevan sus voces. A la lista de agravios de siempre –la desigualda­d en las condicione­s laborales, el acoso en las calles, los abusos de los machos primitivos, los incumplimi­entos de los exmaridos y la consustanc­ial discrimina­ción— han debido añadirle el monstruoso apartado de la brutalidad. Han salido a las calles a decir ya basta pero, como siempre, su causa la han empañado algunos violentos individuos. Pues, miren ustedes, seguimos en lo mismo, en la falta de legalidad: bastaba con neutraliza­rlos, en un primer momento, luego detenerlos y al final juzgarlos. ¿O no?

En el tema de la seguridad las cosas están cada vez peor

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico