Música. Homenaje al maestro Cantoral y a los compositores
Una velada bohemia se vivió la noche del martes en en el Gran Salón de la Casa de la Cultura de Ciudad Madero con la presencia de los autores Roberto Belester, vocal de la SACM, Alberto Chávez y Tavo Lara
La sala se encuentra llena pasadas las seis de la tarde cuando llegan al Gran Salón de la Casa de la Cultura Roberto Belester, Alberto Chávez y Tavo Lara, tres de los compositores invitados al Noveno aniversario luctuoso de Roberto Cantoral
Luis Montes, delegado de la Sociedad de Autores y Compositores de México asegura que por condiciones externas no pudo asistir el presidente Armando Manzanero.
A las 7:30 de la noche, José Antonio Cruz da la reseña del maestro Cantoral, que culmina con un llamado para que “porqué no tenga una calle, un monumento o un sitio con su nombre”. La mención en secundada por un video del cronista Marco Antonio Flores, fallecido el pasado 13 de agosto, en el que recordó en que un deseo de Cantoral es que una calle de su Tampico llevara su nombre”.
Decirlo con música
La música comenzó con la presencia de RAO y su grupo que interpretaron “Yo lo comprendo” y el clásico “El reloj”, con la que abrieron la velada bohemia.
El turno fue para Roberto Belester que inició con “La Barca”, otro de sus tema más importantes, seguido “Nunca voy a olvidarte”, canción de su autoría que se hiciera popular por las versiones de Christian Castro y Bronco, y que fue coreada en dos ocasiones, la segunda sin música por la sala repleta, uno de los momentos más fuertes de la noche.
El turno fue para Alberto Chávez quien a su entrada resaltó que Cantoral “era un orgulloso tamaulipeco, amante de su tierra”, y también la virtud del cantautor, “nadie nos conoce pero conocen nuestras canciones”.
Pidió que en el 10 aniversario se establezca el Día de Cantoral en Tampico y un concurso de compositores. Interpretó “Regálame esta noche” de Cantoral y “Así es la mujer”, obra propia popular en voz de Alejandro Fernández.
Tavo Lara contó antes de su interpretación una anécdota de Roberto Cantoral en una reunión, cuando le dedicó un huapango “y recuerdo que se emocionó mucho” y misma pieza con la que abrió su participación “El preso número 9”, seguida de “El triste” en lugar de una pieza propia, aunque luego fue presionado para cantar una de su autoría.
La velada musical la cerró Marimba Reyna Tamaulipeca.