El arte de leer el libro antes de la cinta
El viernes se estrena una cinta llamada Mi amigo Enzo, que desde 2008 se está tratando de realizar. Fueron tres intentos, empezando por uno en el que habían comprado los derechos para que la hiciera Patrick Dempsey —McDreamy para lo fans—, pero jamás lograron encontrar director. Luego el tema fue más el presupuesto. Sea como sea, casa vez se le pagaron los derechos al autor Garth Stein, quien en los últimos 11 años nunca dejó de vender el libro que en realidad se llama El arte de correr en la lluvia.
Aún no veo la película. Así que por supuesto no la voy a reseñar en este momento. Pero sí les puedo decir que esta historia, ahora protagonizada por Milo Ventimiglia y Amanda Seyfried es una de las que más me ha conmovido en su formato literario.
Esta bueno, sí, mi debilidad son los perros y nuestra entrañable relación con ellos, pero lo que me mata de amor en esta historia en particular es la forma en la que Garth Stein cuenta todo desde la perspectiva de Enzo, el increíble labrador que narra la historia y quien recibió su nombre en honor a Enzo Ferrari, porque si algo hacía su humano con pasión es el mundo de las carreras de automóvil.
Aquí siempre viene el conflicto. ¿Antropomorfización o no antropomorfizar a Enzo? Veremos en la cinta pero Garth Stein, quien hasta ahora contestaba gran parte de los mails de sus fans, lo hace de maravilla.
No, no es que precisamente sea la historia desde el punto de vista que la ciencia asume tendría un can. Hay demasiados estudios que podrían hasta contradecir algunas de las cosas que se narran aquí. Pero no las más conmovedoras. No el hecho de que Enzo sabe que algo está muy mal, mucho antes que sus humanos. No la solidaridad, amor y empatía que demuestra a su familia. A su humano.
Sé que es una locura que existamos personas que podemos ver cualquier cinta sobre un Apocalipsis humano, pero no soportamos ver que un perro sufra.
Yo tenía ese terror cuando leí ese libro. Por eso no he visto Marley y yo ni similares. De chica vi Old Yeller y poca justifica podría hacerle al trauma que ese clásico me provocó para siempre.
Pero por ahora quiero darle el beneficio de la duda a la película Mi amigo Enzo. Siento que Enzo es un personaje real de mi vida y lo quiero. Y le ruego a Hollywood que le hagan justicia a todo lo que descubrí en ese libro. Son temas que nos llevan de inmediato a la lágrima fácil. Pero en este caso las lágrimas llegaron por reflexiones, amor y sí, una dosis de realidad ¿Intercambiamos ideas al respecto el lunes? Nunca es fácil ver una cinta y amarla si ante ya has leído el mismo libro sobre esa historia. Y si en ciertos casos hay perros involucrados en la trama, mucho menos.
Es una locura que podamos ver una cinta sobre un apocalipsis humano, pero no sufrir a un perro