Le gusta romper paradigmas
Especial. El ex árbitro aseguró a La Afición que hizo muchos sacrificios, que invirtió tiempo y dinero para prepararse como entrenador, y que hoy recoge los frutos; su objetivo es ascender al equipo salmantino
Dedicó 25 años de su vida al arbitraje, en los que fue figura de mucha autoridad y de polémica. Muchas veces, Marco Antonio Rodríguez se robó el show. Entre sus grandes logros está haber silbado en tres Mundiales, aunque en el de Brasil 2014 fue señalado porque no vio una mordida del uruguayo Luis Suárez al italiano Giorgio Chiellini. También resalta su vida como pastor evangélico.
Después del arbitraje, fue comentarista de televisión, siempre ligado al futbol. Para todos aquellos que lo veían con algo relacionado con el silbato fue una gran sorpresa el anuncio de su llegada como entrenador del Salamanca CF UDS, en la Segunda División B de España.
Él comenta vía telefónica a La Afición que su sueño era ser entrenador, por eso se preparó arduamente, incluso recuerda que lo dejó entrever cuando anunció su retiro del arbitraje, pues no pensaba en algún cargo dentro de la FIFA.
Y claro, dirigir a la selección mexicana es una ilusión. Por ahora, Marco Antonio Rodríguez comenzará una etapa distinta, con un respaldo académico importante y con el conocimiento que de futbol le dieron tantos años en el arbitraje.
¿Cómo te llega esta oportunidad con el Salamanca?
El proyecto de Salamanca está bien planificado, con un líder mexicano como Manuel Lobato, quien fue directivo en México. Ya tiene cuatro o cinco años haciéndolo crecer en España. Obviamente, con una gran sinergia de la gente local, él tiene a bien invitarme por muchos factores, entre ellos la posibilidad de tener la licencia esChiquimarco (i),
pañola para dirigir aquí. Creemos que el Salamanca será de Primera.
¿Cómo consigues la licencia española?
Siempre he trabajado con esta mira. Desde que me retiré, en 2014, he viajado por Europa buscando hacer crecer mi carrera profesional, y por eso la hemos obtenido, han sido años de trabajo y preparación, de viajes para ver distintas escuelas, en este momento tener esa certificación me permite estar en Salamanca.
¿Fueron muchos años de esfuerzo?
Y de inversión en todos los sentidos. Tuve que dejar a mi esposa y a mi familia en México para venir para acá y estudiar, pero ha valido la pena, es el principio que me da mucha ilusión, tenemos mucha gente trabajadora y muy honesta. Todos los que conformamos el plantel, desde la directiva, el staff, el área de inteligencia, los jugadores, las fuerzas básicas, somos uno, y eso me gustó mucho.
Mucha gente creía que seguirías ligado al arbitraje... Siempre he querido ser entrenador, por eso me preparé. A mucha gente le podrá sorprender este momento, sobre todo porque es Salamanca, España, Segunda B. Cuando yo me retiré, lo dije, iba por este rumbo, no manifesté que me iba a ir por el rumbo del arbitraje o de la FIFA como instructor, siempre manifesté que iba a ser entrenador.
¿Estás nervioso por tu primera experiencia?
Estoy feliz, me encantan estos retos, siempre he sido un hombre al que le gusta romper paradigmas, trato de no meterme en áreas de confort, estoy con una gran responsabilidad, todos estamos unidos para sacar este sueño adelante y vamos a ascender, lo haremos juntos.
¿Serás enérgico como lo fuiste como árbitro?
En la gestión de entrenador tengo un perfil que me parece que soy muy pro jugador, pero sin perder el respeto, creo que tengo una manera Entrenador
25 años fue árbitro
Silbó en tres Mundiales Egresado de la Endid Tiene licencia de UEFA B Licenciado en Educación Física
Coach deportivo
Validó licencia en España Pastor evangélico de convencer, con las tareas, el diseño, el plan del partidos, y el día a día. Con profesionalismo podremos dar pasos importantes.
Muchos entrenadores han querido dar el salto a Europa y no lo han conseguido, ¿te sientes privilegiado?
Creo que hay que avanzar, hay que soñar, hay que atreverse, hay que invertir y no estar esperando con los brazos a ver quién te puede dar algo, hay que provocar que sucedan las cosas en el buen sentido de la palabra, y la mejor forma es invertir en la preparación. Todo México tiene que darse cuenta que aquí hay un grupo de mexicanos muy apasionados, con mucha humildad para hacer las cosas muy bien, y con una sinergia importante con los españoles. El equipo hizo la pretemporada en México, y era importante que conocieran nuestro ADN, y ellos también están enamorados de lo que estamos haciendo.