El subsecretario freelance

Ricardo Peralta, también defensor de la ley Bonilla

No es la primera vez que es, seré generoso, corregido, pero ninguna como la de ayer. Después de algunas reuniones del subsecretario de Gobernación Ricardo Peralta con grupos de autodefensa o comunidades inconformes, todos armados, ayer el Presidente de la República dijo que el Gabinete de Seguridad que él presideya le ha pedido que lo deje de hacer.

Asíl amañan era de ayer, cuando le preguntaron al Presidente sobre las reuniones de Peralta que habían causado con fu sí si mas reacciones en Gobernación:

–Él tomó esta decisión porque lo invitaron a participar.Ya se habló de este asunto en el Gabinete de Seguridad y se le ha pedido que se ajuste a lo que establece la Constitución y las leyes.

–¿Entonces, no está de acuerdo con…? — insistió mi compañera Jannet López Ponce. –No estoy de acuerdo. –¿No lo avala? –No. Así de claro lo dijo el Presidente.

Aunque a juzgar por lo que más tarde el señor Peralta le dijo a Denise Maerker en la radio, no todos lo entendieron… Bueno, él no.

Dijo que se había sacado de contexto lo dicho por el Presidente, que él se refería a otras cosas… En fin.

Decía yo que no es la primera vez. Ya siendo subsecretario escribió un texto defendiendo la ley Bonilla en Baja California. Peralta, por cierto, es abogado, a eso ha dedicado buena parte de su vida profesional. Es maestro en derecho constitucional.

En los días y horas posteriores, su jefa directa, la secretaria de Gobernación, tuvo que salir a los medios a decir, con elegancia, pues que ella no estaba de acuerdo. Y, por cierto, desde entonces, su mayor jefe, el Presidente, se ha negado a dar su opinión insistiendo en que es un asunto de los jueces si algún día se publica y por lo tanto se impugna.

En fin, cada gobierno sus estilos, pero sí creo que para alguien que ocupa la Subsecretaría de Gobierno, subrayo, de Gobierno, podría tener menos diferencias con sus jefes.

Es más, a riesgo de equivocarme, creo que no está del todo bien que el Gabinete de Seguridad le llame a uno la atención y le diga que no puede hacer lo que está haciendo.

Es más, tal vez él tiene razón, que la ley Bonilla es legal, que hay que hablar con grupos armados, pero aún así. Cada vez entiendo menos. Eso es lo único cierto.

Buen fin.