Solicita HSBC una solución pacífica a crisis de Hong Kong
Rompe neutralidad. La ola de protestas pone al banco en una posición difícil debido a que la región genera alrededor de la mitad de sus utilidades y es base de su agresiva estrategia de expansión en China
Los bancos británicos HSBC y Standard Chartered rompieron su silencio sobre las protestas contra el gobierno que en los últimos meses han sacudido Hong Kong, e hicieron un llamado para una solución pacífica a la crisis en desplegados de una página completa publicadosenlosperiódicoslocalesel jueves.
HSBC —cuyo nombre lo toma de Hong Kong y Shanghái, donde se fundó hace 154 años— ha tratadodeparecerneutralamedidaque se intensificaban las protestas. Pero lo pusieron en una posición difícil debido a su dependencia de Hong Kong, que genera alrededor de la mitad de sus utilidades, y su agresiva estrategia de expansión en China.
Pekín intensificó la presión sobre las empresas internacionales que operan en Hong Kong y China continental para que asuman una posiciónafavordelgobiernoydespidan a los empleados que muestren su apoyo a las protestas.
Cathay Pacific, la aerolínea insignia de Hong Kong cuyo segundo mayor accionista es Air China, reemplazó la semana pasada a su director ejecutivo debido a la presión de Pekín.
En los desplegados de HSBC, que se publicaron en cinco periódicos en idioma local, se dice que el banco está sumamente preocupadoporlosrecientesacontecimientos y “condena la violencia de cualquier tipo”, y agrega que el estado dederechoesesencialparamantener el estatus de Hong Kong como centro financiero. “Esa es la razón por la que apoyamos plenamente el anhelo de resolver pacíficamente la situación actual”.
En un memorando interno que se envió al personal de HSBC el jueves por la mañana y que pudo ver el Financial Times, se dice que el banco no va a publicar el desplegado en inglés. Sin embargo, no respondió directamente a la pregunta sobre si los anuncios se publicaron bajo la presión del gobierno chino. “No cambiamos nuestra postura apolítica”, señaló.
China se encuentra en el centro del plan de HSBC para el crecimientoglobaldesde2015,enespecial en la provincia de Guangdong enelsurdelpaísquetienefrontera con Hong Kong. El banco es uno de los principales bancos de China continentalentérminosdenúmero de sucursales y sus clientes corporativosincluyenamuchasdelas empresas más grandes de propiedad estatal en el país.
Pero en las últimas semanas, la compañía se vio sometida a una presión cada vez mayor por parte del gobierno de Pekín. Algunos líderes chinos culpan a HSBC por una investigación emprendida por el Departamento de Justicia de Estados Unidos sobre Huawei y el arresto en Canadá de la directora financiera del grupo de telecomunicaciones, Meng Wanzhou. John Flint, quien fue destituido como director ejecutivo este mes, fueconvocadoalaembajadachina en Londres para explicar el papel de la compañía en la detención y procesamiento de Meng.
En el anuncio de StanChart se pide el fin de la violencia y el retorno al orden. “Respaldamos firmemente ‘un país, dos sistemas’ y apoyamosalgobiernodeadministración especial en la manera efectiva de la conservación del orden social y la seguridad”, dice.
Los riesgos de no alinearse con Pekín quedaron al descubierto la semana pasada cuando Cathay Pacific reemplazó a Rupert Hogg comosudirectorejecutivo.Lamedidaseprodujodespuésdelasacusaciones del regulador de aviación de China de que la línea aérea puso en riesgo la seguridad de vuelos después de que varios empleados de Cathay presuntamente participaron en las protestas.
La salida de Hogg se produjo después de que Swire Pacific, el principal accionista de Cathay, señaló en un comunicado: “Condenamos todas las actividades ilegales y el comportamiento violento, que socava gravemente el principio fundamental de ‘Un país, dos sistemas’”, refiriéndose al marco bajo el cual se gobierna a Hong Kong, el cual le otorga a la ciudad un alto grado de autonomía de Pekín. Swire agregó que apoya “firmemente” al gobierno de la ciudad.
PwC, EY, Deloitte y KPMG
publicaron declaraciones de arrepentimiento después de que el gobierno chino expresó su descontento con los empleados de las empresas de servicios profesionales que se manifestaron.