Alfredo Campos Villeda
“Hay cosas que no cambian sin importar el color del partido”
En otro momento se ha comentado aquí cómo la clase política, igual que otros entes en ámbitos diversos, asume una “personalidad” distinta en cuanto toma el poder. La gobernanza implica una serie de responsabilidades que nada tienen que ver con ser un candidato en campaña o estar dedicado a la tarea de ser oposición y criticar toda iniciativa oficial.
En México parece que, sin importar el color partidista, hay cosas que no pueden ser de otra manera. El gobierno de Enrique Peña Nieto comenzó con una revuelta de encapuchados en Ciudad de México, que dejó 70 presentados ante un juez, 56 puestos en libertad casi de inmediato y 14 consignados por ataques a la paz pública en pandilla. Pasó 25 días el que más duró tras las rejas.
Durante ese gobierno la Secretaría de Gobernación presionó para que se dejara de hablar de “ejecutados” y quiso poner énfasis en las reformas estructurales, pero la realidad se impuso de la mano de la fuga de El Chapo Guzmán y la espiral de violencia, que multiplicó los de por sí abultados números de gente asesinada por el crimen organizado, fuera parte de las bandas o no.
La oposición fue pródiga en lanzar críticas, con toda la razón asistiéndole, por el crecimiento de la violencia, reflejada en matanzas, colgados de puentes, extorsiones y secuestros. Menos sinvergüenzas que los panistas que dispararon este desorganizado combate, los priistas tratan de ser cautelosos cuando condenan la inocultable ola de terror que azota al país, pero que hoy, con la otrora irreductible oposición en el poder, se ha convertido en voz de la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, en apenas “episodios” de la trama de inseguridad nacional.
El discurso 4T está hoy entre las facultades de la ministra en retiro y su posición sobre la violencia se queda por lo menos corta. Seis años después de los desmanes del inicio del peñismo, una plausible y justa manifestación de mujeres devino en violencia con saldo de una sola persona detenida, un hombre que durante una transmisión televisiva golpeó cobardemente a un reportero. Está vinculado a proceso y en prisión preventiva. Nada más. Hay cosas que no cambian sin importar el color del partido.
Hay cosas que no cambian sin importar el color del partido