Los nuevos comunistas
El viernes pasado un grupo de personas encapuchadas, presuntos “estudiantes organizadxs de la UNAM”, tomaron la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales en protesta por la participación de Ricardo Anaya, ex candidato presidencial panista —y ex alumno de esa misma facultad—, en un diplomado.
Mucho se ha especulado sobre la identidad y las intenciones de los
quejosos de cara al próximo proceso de elección en la Rectoría de la UNAM. Acaso haya ahí un tema —y de interés nacional— pero, ante la falta de información fidedigna y dada mi ajenidad a las prácticas de esa institución, prefiero mantenerme al margen. La anécdota sirve, sin embargo, para ilustrar un fenómeno asaz más complejo y preocupante: la nueva intolerancia.
Anaya, repudiado por los encapuchados por representar a “la ultraderecha”, “a los grupos de poder más conservadores de México”, “a la tecnocracia neoliberal”, “el servilismo a intereses extranjeros”, “la militarización” y “a las derechas fascistas, entreguistas y asesinas”, no es más que un político de centro derecha: no un ultranacionalista ni un organicista, no el impulsor de un Estado autoritario o fascista; tampoco se ha revelado especialmente proclive a la militarización y jamás ha sido tenido por responsable de asesinato alguno. Es, sí, un partidario de la economía de mercado y de la técnica como principio orientador del desarrollo de políticas públicas y leyes. ¿Lo hace eso un neoliberal? Probablemente. ¿Son los neoliberales reprensibles? No más que los democratacristianos o los marxistas: encarnan una idea de mundo y una concepción del Estado, legales y legítimas, dignas de ser conocidas por quienes tienen en la política y la administración pública su materia de estudio.
Anaya es solo uno de tantos mexicanos que hoy son objeto de descalificaciones sumarias por el mero hecho de ser (o ser percibidos como) neoliberales, lo que no puede sino recordarnos los años en que el mero hecho de ser (o haber sido, o ser pecibido como) comunista redu cía al estatuto de paria a ciudadanos estadunidenses tan probos como cualquier otro.
En la nueva intolerancia, los neoliberales son los nuevos comunistas.
Neoliberales, nuevos comunistas en intolerancia actual