Camilo Sesto. España llora la partida del gran ídolo
Su muerte unió a la clase política y a miles de fans que por años vibraron con sus temas
spaña llora la muerte de Camilo Sesto, con la que se despertó ayer. Políticos, artistas y sociedadengeneralledarán hoy el último adiós en la capilla ardiente que se instalará desde las 11:00 horas (de España) en la sede delaSociedadGeneraldeAutoresy Editores(SGAE),enMadrid.
Desde que en la madrugada las redes sociales del artista dieron a conocer su fallecimiento, las condolencias y mensajes para el intérpretede“Algodemí”hansidoconstantes. Camilo habría cumplido 73 añoselpróximo16deseptiembre.
Uno de los primeros en hacerlo fue el presidente del país, Pedro Sánchez,quienescribióenTwitter: “España y toda Iberoamérica lamentan la pérdida de Camilo Sesto y que sus melodías serán siempre partedenuestramemoria”.
Estapérdidadelintérpreteinternacional también sirvió para unir a la clase política del país, ya que el líder del conservador Partido Popular,PabloCasado,eldeCiudadanos, AlbertRivera,elpartidodeextrema izquierda Podemos y el de extrema derecha,VOX,lamentaronlapartidadelcantante.
También intérpretes, como Raphael, quien consideró a Camilo como un “amigo de toda la vida”, al que le deseó “buen viaje”. Igualmente, la intérprete Ángela Carrasco, radicada aquí en España, Mónica Naranjo, con la que Camilo Sesto trabajó en su último disco llamado Sinfónico, una recopilación de sus grandes éxitos cantados por él en compañía de variosartistas.
Transgresor, y siempre provocador, el año de 1975, además de recordado por la muerte del dictador FranciscoFranco,seríaunañomuy importanteparalamúsicaespañola. Camilo Sesto, un artista ya con una solidez mundial incuestionable, decidió montar en España el musical Jesucristo Superestrella, que él financió y produjo, con un coste total en aquel entonces de alrededorde12millonesdepesetas.
Se trataba de una operación arriesgada dadas las características de la empresa y el momento político que vivía España. Se estrenó el 6 de noviembre, pocos días antes de que muriera Franco. Obviamente, lapuestaenescenatuvoproblemas con la censura, como casi todo en aquellaépoca.
Pero a la gente poco le importó, porque el Teatro Alcalá Palace de Madrid registró llenos todos los días. En los últimos meses, se le había perdido la pista a Camilo, una de las últimas veces que se le vio en público fue precisamente cuando presentó su último disco. Se había convertido en una especie ermitaño,siemprerecluidoensucasa._