“La reciente liberación de El Gil disparó las alarmas de la 4T”
Donde la justicia es escasa es muy peligroso tener la razón. En un giro inesperado para muchos, regresan los fantasmas de aquella noche fatídica donde 43 estudiantes fueron desparecidos por el Estado mexicano, delito de lesa humanidad que no prescribe y que tarde o temprano llevará a los responsables de esos hechos del 26 de septiembre de 2014 a encarar la justicia.
La violencia experimentada en México, expuesta a través de descomunales cifras y fosas exhibe un país con un denominador común: la constante y sistemática violación a los derechos humanos. El número de desapariciones de personas ya es una catástrofe en sí, un grave desajuste de la estructura y andamiaje del aparato de justicia y en el caso de los normalistas expuso la evidente colusión entre agentes del gobierno mexicano e integrantes del crimen organizado.
Ayotzinapa regresa al escenario, si es que algún día se fue. Regresa al camino de cerrar el capítulo que tiene que ser el principio de la ruta de la justicia que terminará llevando a instituciones y personas frente a tribunales internacionales.
La reciente liberación de uno de los principales inculpados en los actos de aquélla noche en Iguala, Guerrero, disparó las alarmas de la 4T definiendo el hecho como un muy grave precedente.
Y abierta la caja de Pandora salieron los demonios y prominentes figuras del pasado que regresan al presente para tratar de cambiar su futuro.
El error de cálculo radica en que el presidente Andrés Manuel López Obrador ya tomó la decisión de llegar al fondo, que se antoja como un hoyo negro que terminará engullendo todo y a todos. El manejo del caso deberá ser impecable, ya que las esferas de la investigación incluyen a nuestras fuerzas armadas y al actuar del 27º Batallón de Infantería. La 4T ha constatado una actitud mezquina, ambigua y contradictoria hacia nuestro Ejército. Aplausos y reconocimiento presidencial envueltos en narrativa amorosa de tolerancia sacrificando su dignidad.
Los aciertos y fragilidades de la estrategia del gobierno —más vale haya una— de la investigación sobre la verdad histórica en la esfera castrense alrededor de esos 43 podría ser un disparador en ese malestar velado entre la élite verde olivo.
Piensen, gracias.
Llegar al fondo, como un hoyo negro que engullirá todo y a todos