Una lectura de mi suerte
No sé por qué lo hice. Hay cosas que no tienen explicación. Entré a una tienda donde se leen las manos, se venden ángeles, veladoras, amuletos para la decepción. Esto es lo que necesito, pensé. El poder de las promesas que ofrece este banco de los deseos cubre una amplia variedad. No sé por dónde empezar, pasa igual cuando uno va a comer el puchero. Repaso los productos de la fortuna.
El jabón Ven a mí contiene las auténticas y originales feromonas que atraen al sexo opuesto. Desconfío un poco, un amigo se bañó con una pastilla de éstas y salió de la regadera como si se hubiera tallado con ácido sulfúrico, la comezón le duró tres días y de las mujeres, ni sus luces. Aunque no soy supersticioso, lo compro.
El Amuleto para la suerte y la riqueza: una bolsa de papel celofán que contiene una variedad de semillas como de ajonjolí y piedritas transparentes, “elaborado con alta magia bajo la luna llena”. Me llevo el amuleto, en materia de suerte y finanzas nunca está de más un poco de ayuda del azar sobornado bajo la luz de la Luna. El Círculo Atlante atrae grandes poderes e inteligencia a sus portadores; además aumenta la “capacidad telepática”. Siempre quise ser telépata.
Me jugué el todo por el todo. Una lectura del Tarot. Una mujer, una gitana, una vidente, me pidió partir el mazo de cartas, pasé la mano izquierda sobre la baraja para transmitirle la pregunta que formulé con toda la fuerza de mi mente. Según las cartas, en noviembre recibiré una noticia magnífica. Los oros indican que mis finanzas se irán para arriba (así dijo). Una mujer morena de pelo negro y de signo Acuario o Escorpión intentará quitarme mi dinero, pero no lo logrará (qué bueno).
El mago dicta que mi creatividad llegará en enero a su punto más alto (antes de enero no intentaré ningún poema). Más vale que me haga revisar por el médico, según las cartas estoy agotado.
Por suerte en diciembre estaré en perfectas condiciones. Una mujer envuelta en una especie de guirnalda en combinación con un señor que trae una espada quiere decir que en diciembre estaré en los cuernos de la Luna (bendito sea Dios). Cuidado con los hombres blancos de Sagitario, su desaforada envidia podría obstaculizar mis éxitos. Me cuidaré de ellos, siempre me cuido.
Según las cartas, los oros indican que mis finanzas irán al alza