La ciencia es apolítica
Los países más avanzados del mundo lo son por su inversión en educación, y derivado de ello, en la ciencia. El conocimiento científico es la herramienta clave para para enfrentar los grandes retos que se presentan a la humanidad. Cuando falta esta, no hay capacidad de generar conocimiento confiable y todos pierden.
Esto es lo que aproximadamente declararon en una carta 1,330 académicos mexicanos enviada al Congreso de la Unión solicitando el retiro definitivo de la iniciativa, presentada el 19 de mayo de 2020 al grupo parlamentario de Morena, que propone la extinción de los fideicomisos y fondos sin estructura orgánica para el desarrollo de la ciencia en México, arguyendo que “su manejo ha sido opaco”, argumento no válido, porque todos los proyectos son evaluados, validados y públicos.
Entre los firmantes hay 76 premios nacionales de ciencias y artes; algunos fueron rectores de universidades.
De aprobarse la iniciativa, las consecuencias serían desastrosas para el funcionamiento
paraextinción de la ciencia y el desarrollo del país.
Se produciría una reducción de recursos sin precedente para la investigación y una situación de inestabilidad en su asignación. Se causaría un perjuicio gravísimo a los centros públicos de investigación, muchos de los cuales requieren de fideicomisos para asegurar su operación, cumplir sus compromisos laborales y apoyar a estudiantes de todos los niveles para que puedan realizar estancias de investigación. Por ello, extinguir los fideicomisos o concentrarlos en uno o más fondos administrados directamente por el Conacyt entorpecería las investigaciones que se llevan a cabo en esos centros.
La iniciativa contradice los principios enunciados por todos los grupos parlamentarios en la Cámara de Diputados. El pasado 15 de abril, tales grupos, incluyendo a Morena, se pronunciaron por que “la Secretaría de Hacienda, el Conacyt, la Secretaría de la Función Pública y las demás instancias comfideicomisospetentes
garanticen los recursos para ciencia y tecnología”. De no atenderse su petición, finalizan los académicos expresando: “hacemos un respetuoso llamado a los integrantes de la H. Cámara de Diputados a someter esta iniciativa a un proceso de parlamento abierto que -tras un análisis razonado y fundamentado sobre sus efectos negativos para la ciencia- debería de culminar con un voto en contra de su aprobación”.
1,330 académicos solicitan impedir de para desarrollo científico