“La pasamos muy mal”.
Camaroneros sin trabajo
Luis Miguel Almazán es uno de los cientos de pescadores que han esperado por más de cinco meses para salir a trabajar. El 1 de mayo entró en vigor la veda del camarón en el Golfo de México, misma que se prolongó por más de 35 días. Su situación empeoró con la pandemia.
Luis Miguel Almazán es uno de los cientos de pescadores que han esperado por más de cinco meses para salir a pescar. El primero de mayo entró en vigor la veda del camarón en el Golfo de México, misma que se prolongó poco más de 30 días. La situación de “El Wambis” como le conocen en la popular colonia Morelos, así como la de todos los pescadores empeoró con la pandemia. Tras el anuncio de la conclusión de la veda, Luis Miguel, como todos sus colegas, tienen el ánimo arriba pues en unas horas zarparán en busca del preciado crustáceo.
"Tengo 25 años de pescador y esto que está pasando es lo más fuerte sobre todo porque se atravesó la pandemia, a todos los que somos pescadores nos afectó".
Afirma que afortunadamente la compañía para la cual labora no los descobijó del todo porque aunque no había salida al mar les proporcionó apoyo económico. "La compañía nos apoyó con algo de dinero y con otro poquito que hacíamos aparte, pero definitivamente la pandemia nos amoló, porque hubo despidos en todos lados, a veces íbamos a descabezar en los despicaderos de La Viga de la Ciudad de México pero el trabajo se terminó y nos regresamos, nos ocuparon para preparar el barco, pero no es lo mismo que salir pescar".
A pesar de los días oscuros que Luis Miguel pasó, ahora en su rostro se refleja la ansiedad por salir a la mar, pues sabe que ir de pesca garantiza el bienestar de su familia que se compone de cuatro hijas y su esposa.
"Los pescadores la pasamos mal, nos afectó por todos lados y más con epidemia, todo se acabó porque no nos dejaban entrar a las compañías. Afortunadamente el jueves vamos a zarpar y esto es en bien de nuestras familias".
"El Wambis" desea también que haya un arreglo para sus patrones en cuanto al subsidio del diésel, ya que sin este beneficio no se puede mantener un barco a flote. "Sin subsidio no salen los gastos, ojalá les den porque nos beneficia a todos; aunque no les den el subsidio el barco sale el jueves pero al regresar se quedaría nuevamente amarrado".
Negocian subsidio
Los empresarios camaroneros de la zona sur de Tamaulipas este martes iniciaron las reuniones con los representantes del gobierno federal, con la intención de negociar el subsidio al diesel marino. Una comitiva de empresarios de la zona sur del estado estuvo este martes en Ciudad Victoria, reunido con Felpe Garza Narváes, enlace de Tamaulipas con la Secretaría de Gobernación. Miller Alexander Longoria, enlace en Tamaulipas con la Canainpesca, fue la persona en representar a los armadores que tienen como propiedad los casi 200 barcos camaroneros que integran la flota tamaulipeca.
Sin embargo, los empresarios no quisieron hablar sobre los avances en las negociaciones durante este martes en la Capital del Estado, con las cuales buscan lograr el beneficio y respaldo en la compra del combustible.
Mientras se lleva a cabo dicha negociación, algunos de los capitanes de los barcos han decidido comenzar a salir a altamar, luego de que la veda terminó apenas el pasado 15 de septiembre.
Desde el fin de semana comenzaron a salir algunos barcos, sin embargo es una minoría, los que aseguran que no se quieren esperar, indicó la líder de las despicadoras en la colonia Morelos, Aureliana Núñez.
Se estima que este martes zarpó un par de barcos más, porque existe incertidumbre entre el personal de las embarcaciones de su futuro, porque al no estar en la pesca no tienen ingresos sus familias.
“Las compañeras no tenemos empleo, en este momento estamos trabajando tres días a la semana y eso no es suficiente, dependemos de que los barcos zarpen”, declaró Aureliana Nuñez.
La representante de mil 600 despicadoras de la colonia Morelos insistió en que “es urgente poder salir a altamar porque las compañeras están totalmente endeudadas, al no tener trabajo, lo único que las mantiene es estar de crédito en crédito”.
Luis, así como cientos de trabajadores esperan salir a la mar para llevar sustento a sus casas