Cannes. Noche de fuego, a la conquista del festival francés
La cinta de Tatiana Huezo es la única película con producción ciento por ciento mexicana que participa en esta edición número 74
TatianaHuezoyaestá en el puerto francés, en el festival de cine más importante del mundo. “Estar aquí es un sueño, en medio de grandes directores, de grandes películas ¡Vamos a estrenar en una sala donde caben 1,100 personas!”, dijo nerviosa a M2.
“Es algo enorme para mi camino. Es el primer paso de esta película, que además es mi primera ficción porque vengo del mundo del documental. Me siento privilegiada, orgullosa, satisfecha, feliz después de un año enormemente difícil”, agrególadirectoraqueen2011 se estrenó con su documental
El lugar más pequeño.
La película se estrena en la sala Debussy del Palacio de Festivales en una función para la que ya no quedan entradas, por lo que la directora expresa: “Me siento muy orgullosa y con una enorme responsabilidad de representar, de alguna manera, a nuestras tierras”.
Inspirada en la novela Ladydi, deJenniferClement,lacintacuenta una historia de trata infantil, productodelaviolenciadelcrimen organizado en México, que compite por el premio principal de la sección Una cierta mirada.
La cinta surgió como una propuesta de Nicolás Celis, el productor de Roma, quien luego de adquirir los derechos de la novela Ladydi invitó a Tatiana a realizar la adaptación cinematográfica, a su manera y bajos sus condiciones. El resultado fue una película que captó la atención de uno de los festivales de cine más importantes en el mundo.
“No puedo hacer películas si no las genero desde lo más profundo que habita en mí. Cuando el texto llegó a mis manos me emocionó muchísimo,lodevoréenunosdías; tienepersonajesextraordinariosy esoesloquequiseatrapardellibro: la esencia de estas amigas que son las protagonistas del libro de Jennifer”, dijo Huezo.
Realidad nacional
“Por supuesto está también el contexto político y el de la amapola: aunque el libro nos ubica en la montaña de Guerrero, busqué las condiciones para que hubiera coherencia. Hice una gran investigación sobre la siembra de amapola en México, buscamos el lugar y la altura exactos a los que crece, paisajessimilares;metomóunañoen encontrar locación”, explicó.
DebidoalaviolenciaenGuerrero, la producción optó por filmar la mayoría de la historia en la Sierra Gorda de Querétaro, en Neblinas.
La novela narra lo que ocurre conunaniña,comocientos,quevivelasconsecuenciasdelaviolencia generadaporelnarcotráfico,enun país en el que ser mujer es un acto de supervivencia.
El rodaje tomó nueve semanas, Tatiana invirtió un año buscando a sus protagonistas; una vez que las encontró se unieron en un proceso creativo con Fátima Toledo, la acting coach que estuvo a cargo de los elencos de Ciudad de Dios (Fernando Meirelles) y Vuelven (Issa López). Fueron tres semanas de preparación psicológica y física.
“Es su primera película –explicó Tatiana sobre sus protagonistas infantiles–. Además de un entrenamiento físico, hubo una exploración de la vida de estas niñas, son pequeñasquevienendeuncontexto rural, de la montaña, en todos esos pueblos de México se sabe de casosdeniñasquedesaparecen,así que no les era un contexto ajeno”.
Además de su trabajo con Fátima, las niñas tuvieron tres meses para vincularse, “tiempo para vivir juntas, contarse sus secretos y acostumbrarse a sus nuevas mamás: Mayra Batalla, Eileen Yáñez y Norma Pablo, maravillosas actrices que acompañaron el proceso”, explicó.
Mujeres, no víctimas
Noche de fuego no busca victimizar a las mujeres que enfrentan la violencia generada por el crimen organizado en estas regiones del país, al contrario, el empeño está puesto en mostrar a mujeres valientes que toman lo que tienen para defender a su familia, a sus hijas, y es justo la razón por la que Mayra Batalla se interesó por uno de los personajes principales.