Aranza, La Bartolina y Ambulante
En un par de semanas las desapariciones nos dieron un golpe brutal, un golpe que obligó a voltear hacia un tema que resulta difícil y doloroso. El primer dato lo dio la comisionada Nacional de Búsqueda, Karla Quintana, al revelar la existencia de fosas clandestinas que fueron en realidad campos de exterminio, como el de La Bartolina en Matamoros, Tamaulipas, donde se ha encontrado media tonelada de huesos humanos. En estos días también creció la visibilidad del drama en el kilómetro 26 de la carretera Monterrey-Nuevo Laredo, donde al menos 71 personas han desaparecido desde septiembre a la fecha.
Otro hecho brutal fue el asesinato el jueves de Aranza Ramos, una joven integrante de las Buscadoras de Sonora, de 28 años de edad, que buscaba a su esposo desde el 6 de diciembre, Bryan Omar Celaya Alvarado, quien desapareció en el ejido Ortiz de Guaymas, Sonora, donde ambos vivían.
Ella acababa de participar en“un largo día de búsqueda en campo al que asistió con miembros de la Comisión Local de Búsqueda y compañeras de los colectivos” la noche del 15 de julio, cuando fue secuestrada y ejecutada en el ejido Ortiz. En ese lugar, dicen las buscadoras, se han encontrado “varios crematorios clandestinos, algunos todavía con brasas y humo al momento del hallazgo. Ese ejido es un lugar de ex termino activo ”.
Así les llama a las fosas clandestinas Karla Quintana; le dijo a MILENIO sobre el tema: “Hemos decidido designarlos sitios de exterminio por lo que ahí sucedió, porque son crematorios ilegales y por eso ligamos la similitud a otros hechos espeluznantes de la historia de la humanidad. Son crematorios en donde se ha intentado desaparecer y pulverizar, al menos, a centenares de personas con la finalidad de que no quedara ningún rastro”.
Las desapariciones no acaban de comenzar, por supuesto, sino que hay una suerte de olvido social, una negación ante el horror que representan, que por fortuna no incluye a todo el mundo. Hay decenas de jóvenes periodistas, cineastas y documentalistas que registran con puntualidad estos hechos.
En el Festival de Cine de Cannes recién ovacionaron a la cinta La civil, cuya trama es sobre una madre que ve desaparecer a su hija. También está Las tres muertes de Marisela Escobedo, documental del director Carlos Pérez Osorio, estrenada en 2020.
Otras documentalistas como Dan iela Rea y Tatiana Huezo han retratado este drama en cintas que se pueden ver gratuitamente durante julio, agosto y septiembre en el ciclo Rastros y luces: historias contra la desaparición, en Ambulante.