Gasto y votos
Durante la elección de 2021, el Sistema Integral de Fiscalización del INE, SIF, permitió conocer los reportes diarios sobre los ingresos y gastos realizados por las candidaturas, el número de eventos que organizaron, las aportaciones recibidas y los proveedores contratados.
Al corte del 26/06/2021, esta numeralia permite aproximarnos a la eficiencia de cada candidatura, ponderando el gasto reportado, los eventos celebrados y los votos obtenidos.
Erasmo González Robledo fue la candidatura más eficiente entre las postuladas por el PAN, PRI y Morena, para las nueve diputaciones federales: gastando $935,997 cosechó 81,926 votos y ganó su reelección.
Fue la candidatura que más eventos realizó con 366, la segunda con el costo por voto más bajo con $11.42, la del menor gasto por evento reportado con $2,557 y la segunda votación más alta en los nueve distritos.
Gerardo Peña Flores erogó $1’145,064, realizó 169 eventos y sumó 36,301 votos, para un costo de $31.54 por sufragio y de $6,775 por evento.
Joaquín Hernández Correa gastó $21.15 por voto, Rosa González Azcárraga $13.95, Óscar Almaraz Smer $15.78, Enrique Cárdenas del Avellano $41.45 y Adriana Lozano Rodríguez $11.85 por sufragio.
Mientras que Mario López Hernández y Adrián Oseguera Kernion fueron las candidaturas de Morena con el menor costo por voto ($37.17 y $37.81), en la elección de ayuntamiento de los siete municipios más poblados.
Carlos Peña Ortiz, Yahleel Abdala Carmona y Mario López Hernández, son las candidaturas de Morena y del PAN que reportaron los mayores gastos en campaña: $6’207,769, $4’822,520 y $4’021,149 respectivamente.
De acuerdo con el gasto reportado y los votos logrados, Yahleel Abdala Carmona, Gloria Ivett Bermea Vázquez y Carlos Peña Ortiz, fueron las candidaturas con el costo por sufragio más alto: $77.19, $67.57 y $61.17 respectivamente.
Además de ser la candidatura más eficiente de Morena, Erasmo González Robledo monitoreó el proceso electoral en Tamaulipas, metió presión para mantener la legalidad en la contienda, cuidó la defensa del voto en las sesiones de cómputo distritales y municipales, manteniendo la mirada en el litigio poselectoral en curso.