Decisiones políticas
Durante toda mi vida profesional he asesorado a políticos. Creo que se equivocan quienes piensan que estar al frente de un puesto público es una labor sencilla. Todos los días se toman decisiones, y parafraseando al Presidente López Obrador, en esos encargos “hay días buenos, muy buenos, malos y muy malos”, el pasado miércoles 3 de agosto fue uno de estos últimos.
Al momento de escribir esta columna iban prácticamente 170 horas de trabajos de rescate sin haber logrado hacer contacto con los 10 mineros que quedaron atrapados en Sabinas, Coahuila.
Hace unos días el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, acudió a la mina en medio de un ambiente de tensión con los familiares de los trabajadores afectados.
El Presidente fue enfático en que se hacía todo lo posible, en que habría todo el apoyo. Primero el rescate, después la justicia, pero la esperanza a tantas horas del colapso se ha ido perdiendo.
En internet, un vídeo de una familiar de un minero atrapado diciendo: “le agradezco que haya venido a tomarse la foto con mi dolor, el de mi familia y el dolor de cada uno de los que estamos aquí. Gracias. Espero y sus fotografías le sirvan para su política”.
Duras palabras e insisto, difíciles decisiones. Si el Presidente no hubiera ido, el señalamiento sería por su ausencia como ocurrió en el accidente de la línea 12 del Metro de la Ciudad de México.
En aquel momento el primer mandatario dijo: “No es ese mi estilo, eso tiene que ver más con lo espectacular y con lo que se hacía antes. Esto no es de irse a tomar fotos, al carajo ese estilo demagógico e hipócrita. Tiene que ver con el conservadurismo”.
Cualquiera que hubiera sido la decisión, sería criticable. Así de compleja es la política: un día los señalamientos son por no acudir y otro por haber ido. Sin entrar a juicios sobre la decisión correcta, una vez más queda documentado lo complejo de la responsabilidad en el servicio público.
Es cierto, hay días buenos y muy buenos, malos y muy malos. Pero construir una carrera política exitosa requiere de muchos días muy buenos, mientras que una trayectoria de buen andar se puede acabar en un solo día; aún cuando el factor principal es externo a la voluntad del político. Ojalá esta historia acabe en un rescate y en justicia.
Ojalá la historia de los mineros de Sabinas acabe en un rescate y en
justicia