Tu hijo y sus “influencers”
La generación de “cristal”, llamada así de manera despectiva, es el eje de las críticas de muchas personas de mayor edad, por su aparente desvarío y despropósito, por su fragilidad en la que supuestamente todo les molesta y les ofende.
Una generación que hemos etiquetado como “débil” sin darnos cuenta que estamos escupiendo para arriba en esas críticas, porque si ese fuera el caso, ellos no nacieron así; son nuestros descendientes, aprendieron de nosotros, y de una u otra forma sus errores y debilidades nos involucran más de lo que estamos aceptando.
Nos reímos de los personajes nefastos que siguen en redes sociales: los “influencers” en su mayor parte, de contenido hueco y superficial. Pero, ¿por qué la mente de nuestros hijos se halla en esa frecuencia?
¿Nacieron así acaso? ¿En serio pensamos que no tenemos nada que ver en ello? Cada espacio hueco en el corazón o la mente de estos chicos, es el reflejo de nuestra desatención y de nuestras ausencias.
¿Por qué admiran modelos huecos e intrascendentes de manera predominante? Porque quizá no les hemos sabido transmitir de una manera entendible, una escala de valores y significados más realistas.
Quizá debamos enfocarnos en tender más puentes de comunicación efectiva, no conformarnos con sus respuestas monosilábicas y evasivas. Si nuestro hijo tiene la pésima costumbre de “encerrarse en su cuarto” y pasar largas horas y evadir la convivencia familiar, evidentemente no nació con esos hábitos. Esas pésimas costumbres surgieron poco a poco.
Quizá fue para nosotros muy cómodo y nos encerramos también en nuestras prioridades. El egoísmo nos fue comiendo. Así que ahora toca reconstruir la capacidad de influir en sus vidas.
¿Qué hacemos para que dejen de pensar que una persona exitosa, es una tipa perturbada que se cae de la cima de un risco por tomarse una selfie? Que dejen de creer que ganar popularidad a costa de asfixiarse en un reto de Tik Tok, es un logro valioso en la vida. No hay mayor aportación en el camino de tus hijos, que el lograr que nunca dejen de admirarte.
Que cuando te miren, sus ojos sigan brillando y encendidos. ¿Estás dispuesto a convertirte en la mejor influencia para ellos?
¿Estás dispuesto a convertirte en la mejor influencia para ellos?