Actualidad de los medallistas
en conjunto. Entonces, creo que la medalla de bronce en Tokio, el Mundial Sub 17 de Chucho Ramírez (2005), el del Potro Gutiérrez (2011) son grandes ejemplos. Yo que ya estoy veterano te puedo decir que crecimos con esa mentalidad, oyendo de “los ratones verdes”, que “jugamos como nunca y perdimos como siempre”. Estos jóvenes ya crecen con otra mentalidad.
¿Hay alguna anécdota que recuerdes de manera especial? Íbamos en el camión de Wembley a la Villa Olímpica, después de haberle ganado la semifinal a Japón, vamos oyendo la radio y buscando en los teléfonos cómo iba la otra semifinal de BrasilCorea; cada gol que metió Brasil, los jugadores lo festejaron; ellos querían jugar contra Brasil. Obviamente yo prefería Corea, que ya lo conocíamos y era parejo, pero los jugadores querían la gloria total y tenían una fe bárbara en que podíamos ganarle a Brasil.
Hubo una reunión conmemorativa, ¿cómo la viviste?
Nos reunimos 10 años después de haber pasado tantas cosas; desde la directiva, porque fue algo que realmente nos unió mucho, siempre nos apoyó Justino Compeán y Héctor González Iñárritu. El cuerpo técnico: Chepo de la Torre, Chava Reyes y tu servidor. Un grupo humano que lideraba Chuy Corona de maravilla, que jaló siempre parejito, todos con un mismo objetivo que era una medalla, no hablábamos ni de qué color, pero decíamos ‘tenemos que traer una medalla a nuestro futbol, que está tan necesitado de alegrías’.
¿Cómo fue vivir en la Villa Olímpica?
Nuestros jugadores se portaron muy bien a pesar de las muchas tentaciones que hay en la Villa Olímpica (se carcajea), que por cierto es una maravilla. Estuvieron más de una semana ahí y fue maravilloso entrar al comedor de la Villa, es una energía increíble, la camaradería de todos los atletas, con tanto entusiasmo, fotos, pláticas, anécdotas.
JUGADOR