Rastro de normalistas llega a la guarida del
y policías federales.
El terreno en el que se encuentra la bodega vieja, de acuerdo con versiones otorgadas por los vecinos, pertenece al líder criminal del grupo Guerreros Unidos Gildardo López Astudillo, alias Cabo Gil.
Según un vecino, la bodega fue saqueada; solo quedó una vieja silla de madera, una vitrina donde dejaron una bala sin percutir calibre 380 y la mesa apolillada donde se encontró el bloc de notas de una joyería con el nombre de López Astudillo, quien tenía un negocio en el Mercado de Joyerías en el centro de Iguala, frente a la central de autobuses.
Además, hay información corroborada con llamadas al teléfono de emergencias 089 en la cual se acredita que presuntamente seis de los 43 estudiantes estuvieron retenidos varios días y con vida en la bodega.
“Ahí fueron entregados al coronel, como ven en los testimonios, quien se hizo cargo de estos muchachos”, señaló Alejandro Encinas el pasado 27 de agosto durante la conferencia matutina en Palacio Nacional.
La bodega se ubica en medio de un extenso terreno que la maleza ha escondido y que ha invadido las paredes.
Alrededor del lugar no se observan viviendas; únicamente campos donde se siembra maíz y algunos corrales. Ingresar es sencillo, pues la cerca de malla metálica está derribada y no se encuentran sellos de aseguramiento de ninguna autoridad.
La supuesta casa de López Astudillo está rodeada por caballerizas y chiqueros construidos con tabiques y techos de lámina de metal.
La propiedad tiene su propio pozo de agua y cuenta con varios canales que riegan frondosos árboles; la bodega tiene un solo nivel y está pintada de rosa mexicano. Sobre el piso hay cientos de revistas cuyo tema principal es la crianza de gallos, así como algunas de corte político.
Un vecino de la zona recuerda que, en varias ocasiones, las autoridades buscaron restos humanos en el terreno señalado. “Todavía el año pasado vinieron”, dice mientras señala hacia la tierra removida, en la cual no se observa que hayan sido cavadas fosas.
Expulsaron a cinco
El abogado del Comité de Madres y Padres de los 43, Vidulfo Rosales Sierra, manifestó que desde hace varios meses los cinco padres que acudieron a la marcha del pasado 28 de agosto a favor del ex alcalde de Iguala, José Luis Abarca, ya estaban expulsados del colectivo. Lo anterior, porque tenían reuniones frecuentes con el empresario Pedro Segura Valladares, ex candidato del Partido del Trabajo a la gubernatura de Guerrero, a quien acusaron de operar la división del colectivo con la intención de favorecer a la familia de Abarca Velázquez “y su grupo delictivo”.
“Tras la desaparición de los 43 no volvimos a ver a Guerreros Unidos”