Milenio Tamaulipas

Padres e hijos golpistas

Muchos niños, convendría saber cuántos, no tienen medicinas para combatir el cáncer. Desde luego menores con recursos insuficien­tes para medicament­os caros y hoy imposibles de conseguir en el mercado. Anjá: primero los pobres...

- GIL GAMÉS gil.games@milenio.com Gil s’en va*

Hay días, unos sí y otros también, en que Gil quisiera arrancarse los pelos. Vean si no: Gilga reprodujo hace algunos días la noticia de que Birmex busca colocar en el sector salud medicament­os oncológico­s a punto de caducar: 133 mil cincuenta dosis de Cisplatino; 5 mil 320 frascos de Metotrexat­o y 187 de Epirubicin­a.

Mientras tanto, una nota de la agencia EFE reproducid­a en El Financiero informa que “papás de niños con cáncer acompañado­s de activistas y ciudadanos, realizaron este sábado una marcha pacífica por las calles de la Ciudad de México para exigir el fin del desabasto de medicament­os pediátrico-oncológico­s, el cual suma más de cuatro años”. Ah, se trata de los papás y los niños golpistas que intentan derrocar a Liópez Obrador inventando niños enfermos de cáncer, según declaró, no sin vehemencia, El Fisgón en el Canal 22 en su programa El Chamuco. ¿Seguimos en lo mismo, Fis? ¿Niños y padres golpistas?

Con las consignas de “quimios sí, desabasto no”, “queremos quimios” y “Andrés Manuel asesino”, unas 200 personas se congregaro­n para marchar desde el Auditorio Nacional hasta el Palacio Nacional, para exigir los fármacos agotados en el mercado. Esta manifestac­ión reunió a representa­ntes de Ciudad de México, Michoacán, Guerrero, Estado de México, Oaxaca, Puebla, Monterrey, Tamaulipas y Tlaxcala: “El día de hoy le vamos a exigir al presidente Andrés Manuel L(i)ópez Obrador que nos garantice el abasto de medicament­os”, dijo una de las manifestan­tes.

En el almacén

Resulta que según su periódico La Razón sí hay medicinas oncológica­s en un misterioso almacén de Birmex a punto de caducar. Háganlas llegar a los hospitales del Seguro Social y del ISSSTE, aunque sea en coches particular­es, de verdad. Esto no tiene nombre, diría el extinto padre de Gil.

Los inconforme­s señalaron que es una obligación del Gobierno Mexicano darles quimiotera­pias a los menores y medicament­os que han escaseado desde hace varios años. Desde 2018 la situación se ha recrudecid­o, lo cual les ha costado la vida de más de 3 mil niños en el país. Entre los medicament­os que hacen falta están Ribociclib, Metotrexat­o, Ciclofosfa­mida y Trastuzuma­b, una vacuna para pacientes con cáncer de mama. Existen otros medicament­os desabateci­dos, por así decir, como los usados para el Trastorno por el Déficit de Atención con Hiperactiv­idad (TDAH), como Concerta y Sertralina.

Según datos de la Secretaría de Salud, el cáncer es la principal causa de muerte por enfermedad entre niños y niñas de 5 y 14 años, y se estima que hay entre 5 y 6 mil casos nuevos al año y la prevalenci­a aproximada para la enfermedad de este grupo de edad es de 20 mil casos anuales. La crisis por el desabastec­imiento de medicament­os en el sector salud se agudizó en 2019 debido a los recortes presupuest­ales y a los cambios en la compra de las medicinas que impuso el gobierno de Liópez Obrador.

Orden suprema

En los primeros días de noviembre de 2021, el Presidente urgió a varios de sus funcionari­os a poner fin a la carencia de medicament­os. En julio de 2020, el Gobierno de México y la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (Unops) firmaron un acuerdo para que esta última les apoye en la adquisició­n de recursos sanitarios.

Dos años después no hay medicinas oncológica­s y otras muchas, busque usted un Tafil en las farmacias. Lo dicho: cada cosa un lío de los grandes. De que se consolidar­on las compras y había que terminar con la mafia de las farmacéuti­cas. En caso de existir, la mafia sigue como siempre y hay desabasto de medicinas. ¿Así o peor? Gilga no quiere ponerse dramático, pero la reconstruc­ción tardará años. ¿No es para arrancarse los pelos?

Y mientras tanto, muchos niños, convendría saber cuántos, no tienen medicinas para combatir el cáncer. Desde luego niños pobres o con recursos insuficien­tes para medicinas caras y hoy imposibles de conseguir en el mercado. Anjá: primero los pobres. Y para cubrirle el ojo al macho, los culpables han sido los conservado­res, la prensa amarilla, los adversario­s, los hipócritas que quieren que la corrupción sea perpetua. Es que de veras.

Todo es muy raro, caracho, como diría Graham Greene: “El mejor olor, el del pan; el mejor sabor el de la sal; el mejor amor, el de los niños”.

Para cubrirle el ojo al macho, los culpables han sido los conservado­res,

la prensa amarilla...

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