PAN Tamaulipas está muy cerca de una división
Las derrotas del 2021 y 2022 dejaron muy lastimada la relación al interior del Partido Acción Nacional tamaulipeco. La designación de candidatos priistas para alcaldías, diputaciones locales y federales, además de la entrada de tricolores en la organización de la campaña de gobernador, con resultados negativos pese a ser primera fuerza, tiene tenso a sus personajes importantes y militantes. Las señales de advertencia lanzadas en el 2018, cuando la “Ola de AMLO” les quitó escaños en el Congreso de la Unión y dos presi dencias municipales importantes, Matamoros y Ciudad Madero, nunca fue leída por Francisco García Cabeza de Vaca, hasta ese entonces líder moral azul, como en el resto de la afiliación y simpatizantes.
Hoy, con la imagen del gobernador muy a la baja tras tanto trancazo de la 4T, sin la autocrítica y evaluación de lo mal hecho en los Vientos de Cambio en lo interno y externo, el control del instituto político causó más confrontaciones que armonía, manos estrechadas y limar asperezas. No hubo “borrón, ni cuenta nueva”.
De ahí nace la problemática ante la reelección de Luis Rene Cantú, el peor de los dirigentes panistas del estado en la historia. Los números electorales hablan solos, aunque en el fondo la relación rota con titulares en los comités municipales, la imposición de operadores externos y estar alejado de los miembros activos y adherentes, le suman a su terrible desempeño.
Hoy, su “continuismo” personal y del grupo al cual representa está en vilo. El CEN no puede ratificarlo para volver a fungir en el puesto hasta el 2025, debido a las impugnaciones presentadas por Miguel Pérez y José Julián Sacramento ante los tribunales. No están solos, el 70 por ciento de los afiliados les dan su apoyo.
La unidad pregonada por el Comité Estatal se ve muy remota. Cualquier resultado sentenciado por los magistrados, sea el Trieltam o el Trife, irremediablemente fragmentará al PAN rumbo a un escenario tan relevante como es el 2024, con la Presidencia de la República, el Poder Legislativo federal y estatal, más los Ayuntamientos en juego.
Del “sí hay de otra” al “no les quedará de otra”, dividirse es su futuro. Morena sonríe; el PRI ya tiene ataques de pánico.
Del “sí hay de otra” al “no les quedará de otra”,
dividirse es su futuro