La transformación militarizada de cuarta
La metamorfosis de los políticosdeMorenaestádecuarta. Lasmaromasmalejecutadas paradefenderlamilitarizacióndelaseguridad pública en México traicionaron no soloeljuramentoquehicieronparacumplir y hacer cumplir la Constitución, sino los valores democráticos y de izquierda que defendieron hace no mucho tiempo.
“Militarizar la seguridad pública es un cheque en blanco para la violación de los derechos humanos”, escribió Mario Delgado en 2017.
“Hago un llamado de alerta a los mexicanos para que evitemos la militarización del país”, puntualizó Bartlett.
“No podemos nosotros aceptar un gobierno militarista”, advirtió AMLO. Y así, muchos más.
Todo quedó en el ayer.
Este lunes 5 de septiembre, Claudia Sheinbaum se aventó la puntada de tuitear que los miembros de la Guardia Nacional bajo el mando de la Secretaría de laDefensasiempreseráncuerposdepaz si el comandante en jefe es un pacifista y no reprime al pueblo.
Repitiendo lo que dice López Obrador, la doctora dejó en manos de la graciosa concesión del poder y de la buena suerte (que llegue una o un noble samaritano a la Presidencia) que el Ejército no ataque a la ciudadanía ni cometa violaciones.
Además, señaló que la guerra contra el narco la ordenó un civil. Lo que no dijo es que “la no guerra”, “los abrazos, no balazos”, también la ordenó un civil. El mismo que liberó de Estados Unidos al secretario de la Defensa del sexenio peñista,
El pensamiento de derecha es popular: más prisión y más soldados
Salvador Cienfuegos, acusado de vínculos con la delincuencia organizada.
Sobretodo,Sheinbaumnoseacordóque la estrategia fallida de esos civiles (el continuo Felipe-Andrés) fue sacar, mantener y reforzar en las calles a las fuerzas armadas. Pero bueno, el pensamiento de derecha es muy popular: más prisión y más soldados.
Presidencialismo militarista, populista, punitivo en el país del crimen institucionalizado. ¿Qué podría salir mal?
Aquí entre nos
Si no lo han hecho, vean el documental El caso Cassez-Vallarta: una novela criminal. No solo García Luna y Cárdenas Palomino tendrán que responderporsusdichos y hechos, algún día, también Calderón.
Y la pregunta sigue ahí: ¿A quiénes beneficiaron los montajes de aprehensiones, la fabricación de bandas, la siembra de pruebas, las torturas a detenidos para declarar a modo, la manipulación o presión a víctimas?
Principalmente, a los verdaderos culpables.