Milenio Tamaulipas

Prometiero­n vencer juntos y hoy están por romper

Alianza electoral. AN cedió posiciones y desoyó críticas para armar una coalición que enfrentara a AMLO

- JANNET LÓPEZ PONCE

Se encontraro­n en la adversidad y prometiero­n vencer juntos. Hubo juramentos, planes y save the date 2024. El PAN desoyó el pasado tricolor y a quienes le aconsejaba­n merecer algo mejor que un partido en vías de extinción. Pero esta semana, finalmente, una traición se impuso en el trío y que hoy mantiene en duda su unión.

Marko Cortés enalteció el dicho de que “del odio al amor solo hay un paso”. Por caminar junto al PRI se enfrentó a su militancia, defendió a Alejandro Moreno y le cedió poder en las urnas. No esperaba que tras casi dos años, el priismo hiciera sus propios acuerdos por encima de lo que se prometían entre ellos.

El cupido de esta relación supo endulzarle­s los oídos. El empresario Claudio X. González convenció al PAN, al PRI y al PRD sin mucho esfuerzo. Ir juntos, dejar de lado sus ideales históricos y estar unidos les permitiría vencer al verdadero enemigo en común: Andrés Manuel López Obrador, el mandatario con más aceptación y votación, y el único con ratificaci­ón en la historia reciente del país.

El Presidente de la República calificó ese trío como una promiscuid­ad. Pero nada los detuvo. El coqueteo rindió frutos y se aliaron para las elecciones de 2021 y 2022, pero la unión no generó ninguna fuerza y Morena arrasó.

Comenzaron los rumores

La relación parecía enfriarse y los rumores de una ruptura comenzaron. Los dos últimos bastiones priistas, Coahuila y el Estado de México, quizá los forzarían a darse un tiempo.

En los meses recientes, Marko

Cortés resistió y puso el pecho ante las balas que bombardeab­an a Alejandro Moreno. Una y otra vez. Lo defendió tras la filtración ilegal de conversaci­ones privadas, dejó pasar las investigac­iones contra el ex presidente Enrique Peña Nieto y calló ante la aprehensió­n del ex procurador Jesús Murillo Karam por el caso Ayotzinapa para no incomodar a su aliado.

Cortés se entregó sin esperar la traición de una propuesta para mantener al Ejército en las calles,

contraria a los acuerdos. El panista lanzó sus advertenci­as, exigió respeto y congruenci­a… pero nadie lo oyó.

El presidente López Obrador no podía desaprovec­har el momento de quiebre de la pareja feliz e ironizó: “deberían divorciars­e”, les aconsejó.

En las próximas horas o días, tendrá que quedar claro si el PAN perdonará la traición del PRI, si Marko Cortés volverá a ceder para no perder la unión, si el PRI se impondrá porque sabe que algún beneficio tendrá y será mucho más grande que el que el panismo le pueda ofertar. Cosas que pasan… porque en una relación, siempre estará el que entregó más.

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