Hay finales que también regalan un comienzo
¿ Q ué diferencia un principio de un final? Alguna vez leí una frase del escritor, periodista y dramaturgo Mitch Albom que hasta la fecha me sigue pareciendo sumamente imponente: “Todos los finales son también comienzos. Simplemente no lo sabemos”.
Adoro esta paradoja, pues a lo largo de nuestro camino todos hemos sufrido cuando algo se termina sin saber que quizás lo mejor está por venir. Nunca es tarde para estudiar algo nuevo, nunca es tarde para cambiar de profesión, nunca es tarde para decirle adiós a un trabajo, nunca es tarde para cambiar de vida, no lo olvidemos… Nunca es tarde.
Las peores historias también cambian de rumbo, también se detienen y se disuelven por algún motivo desconocido… Nos regalan esperanza y eso es lo que se necesita hoy en día para mover al mundo. Creo que aún nos faltan tantas cosas por aprender, pero sobre todo por “desaprender”, por disfrutar más y dejar el pasado donde debe de estar…atrás.
Últimamente me he encontrado con muchas personas jóvenes con ansiedad, con mucho estrés, con muchas cargas emocionales consecuencia y reflejo de la era en que vivimos.
Por eso es tan importante estar conscientes de lo que nos pasa y lo que sentimos, de ver para adelante cuando ocurran cambios; el miedo siempre paraliza, por eso debemos naturalizar los cambios. El comienzo con cara de final sorprendentemente es el que sin saber nos motivará para seguir adelante, es el que nos reconstruirá y nos hará creer en nosotros mismos.
“Cuando una puerta se cierra otra se abre”, aún escucho la voz de mi padre decirme esta frase cada vez que yo pensaba que estaba por derrumbarse un proyecto; pero con el paso del tiempo me di cuenta de que a veces cada problema es una nueva oportunidad para desafiarme.
La vida no es fácil, está llena de retos, de tropiezos y calamidades, pero ¿por qué actuar como un fracasado sin antes tratar de encontrar la solución a eso que nos quita el sueño?
Las mentes inquietas pueden derribar cualquier pared que les cierra el paso; sigamos creyendo en nosotros mismos, abracemos nuestros proyectos, apapachémonos más y dejemos de hacernos daño pensando que no podremos lograr lo que nos propusimos: la vida es demasiado corta, disfrutemos más del hoy y los sueños que vivimos ahora.
La vida es demasiado corta, disfrutemos más del hoy y los sueños que
vivimos ahora