La adolescente golpeadora de Nayarit
Impactante la escena de violencia brutal en un Cetis en Nayarit vivida el 28 de septiembre: una adolescente, regañada por su maestra por usar el celular en clase, intenta agredir a la docente. Un compañero interviene, resulta agredido una y otra vez, y cansado de que su compañera no se detiene, la avienta contra el piso. La maestra, tratando de calmar los ánimos, termina siendo jaloneada del cabello por la menor. Preocupan fundamentalmente tres cosas: el pésimo manejo de la situación por parte de la maestra, quien se limitó a grabar mientras la chica agredía al compañero y viceversa. Los problemas mentales de la menor y la dinámica familiar totalmente desatendida.
Pero algo que no puedo dejar de sorprendernos es la indiferencia y pasividad del resto de los alumnos que no hicieron nada por detener este cuadro.
Igual hacen los adultos que se siguen de largo ante un accidente, ante un herido, ante una persona que empuja su coche descompuesto en medio del tráfico.
Algo muy grave está pasando en nuestro sistema educativo, tanto en la familia como en la escuela. Estamos enseñando a nuestros niños a ser indiferentes ante el dolor de los demás, a mostrar pasividad en lugar de calmar los ánimos.
La educación debe servir para la vida, y eso no puede ser posible si no mostramos interés por los demás, si no somos capaces de salirnos de nuestro individualismo y egoísmo. La indiferencia y la indolencia social es algo que se gesta desde temprana edad.
La persona que graba el video que terminó por viralizarse, se preocupó únicamente de tener material morboso para compartir en redes. No movió una sola mano. No intervino para detener la pelea.
Eran muchos alumnos y fácilmente y sin lastimarla, habrían podido frenar a la adolescente desquiciada. Peores vídeos testimoniales existen por supuesto; y la normalización con que nos hemos acostumbrado a mirarlos y no emprender acciones es una preocupación que se suma a las ya existentes.
Una tarea para cada uno de nosotros sería preguntarnos: ¿qué estamos haciendo respecto a la violencia en cualquiera de sus formas? ¿Somos parte de la solución o del problema?
Una tarea sería preguntarnos: ¿qué estamos haciendo respecto a la violencia?