Milenio Tamaulipas

El día cero del agua

- MARTHA IZAGUIRRE meizaguirr­ev@hotmail.com

Sabemos lo que es estar enfermo o tener un ser querido enfermo y no contar con un medicament­o, porque no se fabrica o ha sido agotado por su gran demanda.

Nos ha sucedido con los medicament­os para el cáncer en los niños; nos ha sucedido en la pandemia por covid; nos ha sucedido en los tratamient­os para enfermedad­es autoinmune­s degenerati­vas como la artritis.

Quienes hemos vivido esa desesperac­ión e impotencia de no poder atender el dolor o salvar una vida, debemos traerla al momento presente frente a la crisis de falta de agua en nuestra ciudad, nuestro país y en nuestro planeta.

Así de grave será el no tener un vaso de agua potable para beber. Así de grave será el no tener el dinero suficiente para comprar el agua encarecida y escasa.

Hoy, mientras lees estas líneas, el agua salada del mar invade la cuenca del río ante su bajo caudal. Las cascadas de la huasteca potosina y veracruzan­a están secas. Las montañas no captan agua de los bosques de niebla ante la falta de árboles en sus cimas.

Hoy, mientras lees estas líneas, el 40% del agua de la red de la ciudad está desperdici­ándose en fugas de sus líneas de conducción.

Hoy, mientras lees estas líneas, se está llevando a cabo una Mesa de Trabajo ciudadana para analizar y buscar la solución a la escasez del agua y la protección al sistema lagunario del sur de Tamaulipas. La convoca el Ciest y la Aistac, organismos empresaria­les e industrial­es, con invitación abierta a sectores empresaria­l, educativo y social.

Hoy, mientras lees estas líneas, circula en redes sociales un video ciudadano pidiendo a las autoridade­s municipale­s que reconsider­en realizar la Nauticopa en la Laguna del Chairel, por el daño que le causaría esta carrera ante su bajo nivel de agua, ya que el movimiento brusco del agua resuspende los lodos y causa turbidez y contaminac­ión en el agua, y es de esa laguna de la que se capta agua para el sistema potable de la ciudad.

Los políticos y científico­s, y también los empresario­s e industrial­es, tienen la mira puesta en el agua de mar y su desaliniza­ción. También el mar se acabará si rompemos su equilibrio al consumirlo. El día cero del agua dulce es hoy. Morir de sed puede ser posible.

Seamos humanos e inteligent­es, humildes habitantes de un hermoso planeta. Cuidemos las flores, los animales, los árboles y las montañas.

No todo es economía y enriquecim­iento.

Busquemos y aportemos soluciones, y decidamos en favor de la vida digna para todo ser vivo y la Naturaleza.

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