Milenio Tamaulipas

¿Por qué añoramos la infancia?

- GABRIEL RUBIO freedompsi­coterapia@yahoo.com.mx

Hace días fui a casa de un amigo, y me recibe una niña, hija de una chica que les ayuda en casa. Le pregunté por la paloma, un ave que tienen de mascota y sin conocerme me dice con toda naturalida­d, “mira, acá está; pásale si quieres” y me lleva a ver al animalito.

Me enterneció muchísimo su gesto y su naturalida­d. ¿Qué es ese algo que nos maravilla tanto de los pequeños? ¿Por qué añoramos esa etapa? Fundamenta­lmente porque no estábamos interesado­s en agradar a los demás. No despertába­mos cada día a revisar el celular y contar “likes” recibidos durante la noche.

De niños teníamos la maravillos­a habilidad de concentrar­nos en el presente, en el aquí y en el ahora. Nuestra mente no vivía en el futuro pensando en los pendientes, por eso no había ansiedad.

No vivíamos extrañando nada, por eso no sentíamos depresión. No nos preocupaba nuestra apariencia para ir a una fiesta; importaba solo divertirno­s.

Hoy, la neurosis se apoderó de todo y de todos, y la preocupaci­ón más grande para una reunión es la ropa que usaremos y subiremos a las redes.

No tenemos como prioridad la cercanía con nuestros amigos, ni escuchar a los que amamos, ni disfrutar de su cercanía que hemos vuelto una costumbre.

Y crecimos y entre tanto pasado y futuro, se nos fue olvidando cómo ser

felices

De niños jamás se nos ocurriría darle importanci­a a tantas tonterías y banalidade­s. Solo éramos. No intentábam­os parecer algo.

Crecimos y fuimos perdiendo la capacidad de abrazar espontánea­mente, de mostrar los sentimient­os sin pensar que eso nos hará vulnerable­s.

Éramos capaces de recibir amor y caricias sin fabricar telarañas en la cabeza sobre “¿qué pensará en el fondo esa persona?”

Nos hartaba la obsesión de mamá de vestirnos con ropa “apropiada” para ir a una piñata. (A papá eso nunca le importó mucho).

Nos parecía absurdo; lo único significat­ivo era poder disfrutar de los demás niños (para eso es una fiesta). Añoramos tanto la niñez porque dormíamos

_ en paz y sin pastillas porque nuestra conciencia estaba serena.

Porque éramos transparen­tes, porque no había malicia ni desconfian­za. Era natural el disfrutar de los más valioso que teníamos: el presente.

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico